No estoy proponiendo que vayáis a la nevera y la saqueéis, así, alegremente. No. Sino todo lo contrario. Mi propuesta para hoy consiste comer siguiendo nuestros bioritmos.
Comer unos determinados alimentos según la hora del día y siguiendo nuestro reloj biológico puede ser determinante para tener mejor humor, mejorar marcas en una práctica deportiva, o bien para aquellos que quieran perder peso, prevenir ataques de ansiedad, o simplemente ganar salud. De todo ello se hace referencia en la ritmonutrición.
La ritmonutrición es una rama de la biología que estudia los ritmos según los cuales funcionan los seres vivos y consiste en aplicar al campo de la nutrición los conocimientos de la cronobiología.
Supongo que esta definición os suena a chino. Para que nos entendamos, las personas tenemos unos ritmos biológicos controlados por los llamados " relojes biológicos " (relación entre el tiempo y alguna actividad vital sea cual sea, desde dormir, respirar, comer, movimientos musculares por movimiento, ejercicio, o en reposo, la actividad cerebral o comportamiento, etcétera, etcétera).
Estos relojes biológicos están calibrados alrededor de las 24h del día (ritmo circadiano) y son reajustados cada día por los sincronizadores externos (alternancia día/noche o trabajo/reposo, vida social etc.).
Nuestras células tienen noción del momento del día en que nos encontramos. Su actividad diaria tiene dos fases:
- De las 5h a las 17h: generan la energía necesaria para las múltiples actividades que nos ocupan durante el día.
- De las 17h a las 5h: se dedican sobre todo a la reparación y la regeneración para estar listas para el día siguiente.
Según nuestro ritmo biológico existen pautas de nutrición:
- Hay que tomar los alimentos en el momento de máxima eficacia según los ritmos diarios.
- Hay que respetar el ritmo de 4 comidas diarias con horarios fijos para evitar los trastornos del comportamiento alimentario (sensación de hambre, picoteo, adicciones, etc.).
- Hay que prestar atención a las interacciones alimentarias para optimizar la absorción de los nutrientes que ingerimos (hierro y calcio, hierro y vitamina C, etc.).
- Los ácidos grasos saturados deben tomarse por la mañana, para cubrir las necesidades energéticas del día.
- Los ácidos grasos poliinsaturados Omega 3 por la noche, por su papel en la reconstrucción de las membranas celulares.
Los neuromediadores (como la dopamina, la noradrenalina, la serotonina o la melatonina) juegan un papel primordial en la regulación de muchos parámetros de nuestro organismo como el humor, el bienestar, los comportamientos alimentarios, el sueño, etc.
Estos transmisores químicos requieren un aporte de precursores: el triptófano y la tirosina (que permiten sintetizarlos), y obedecen a un ritmo biológico preciso:
- Por la mañana y al mediodía, es necesario un aporte de tirosina, que permite la síntesis de dopamina y noradrenalina. Estas dos catecolaminas favorecen la activación física e intelectual, una buena motivación, así como una capacidad de reacción frente al estrés recurrente.
- Por la tarde y la noche, se requiere un aporte de triptófano, que a su vez permite la síntesis de serotonina y melatonina. Estas dos indolaminas favorecen la serenidad, la relajación, la tolerancia a las frustraciones, la disminución de las tendencias compulsivas, la preparación al sueño, etc.
Lo ideal sería irse a dormir mínimo 2 horas después de haber cenado para dar tiempo a realizar la digestión y favorecerla, con el sueño se endentecen todas las funciones y también se ve afectada la digestión provocando pesadez, pesadillas, no conciliar el sueño etc.
Si os apetece, en otro post ya os daré más detalles concretos sobre este tipo de dieta pero mientras: ¿Qué os ha parecido este método? ¿Vuestra alimentación está en sintonía con vuestro ritmo biológico? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!!
Besos desde mi blog!!!
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