Roacután

Por Gabriel Giner @esaludcom

El Roacután es un medicamento cuyo principio activo es la isotretinoína. Durante muchos años ha sido el mejor aliado de millones de personas alrededor del mundo para combatir el acné. Un fármaco que los médicos recetaban de forma frecuente para tratar el acné moderado y grave. También para hacer frente a los síntomas propios del acné tardío, que se presenta en personas durante la edad adulta y que se caracteriza por la presencia de granos en el rostro y en la zona perioral.

Han sido muchos los famosos que han defendido los beneficios y propiedades del Roacután, señalando que es un excelente medicamento para acabar con el acné más resistente, el que no responde a los tratamientos habituales.

Se ha tratado como un fármaco milagro para quienes sufren acné. Además de eliminar los granos de forma efectiva, también acaba con las cicatrices propias de este trastorno. No obstante, detrás de estos beneficios hay una serie de efectos secundarios que resulta interesante conocer y valorar.

¿Cómo funciona el Roacután?

El Roacután es un medicamento muy efectivo para combatir todos los tipos de acné, incluso los más severos. El medicamento disminuye de forma notable el tamaño de las glándulas sebáceas de la piel, al tiempo que evita que los poros se obstruyan. Además, tiene propiedades antiinflamatorias.

En cuanto a su efectividad, el Roacután logra la eliminación parcial o total del acné en más del 90% de los pacientes que finalizan el tratamiento. La dosis de fármaco recomendada por el médico depende de diversos factores, como el peso del paciente y el grado de severidad del acné. En algunos casos se opta por suministrar dosis bajas durante un largo periodo de tiempo para minimizar el riesgo de sufrir efectos secundarios.

Efectos secundarios del Roacután

Respecto a los efectos adversos del medicamento, los más frecuentes son los siguientes. Por un lado, la sequedad tanto en la piel como en los labios, que en algunos casos no desaparece ni siquiera bebiendo agua. Y, por otro lado, una gran fotosensibilidad, aumentando el riesgo de quemaduras solares.

Sequedad severa

Es precisamente la sequedad severa el principal síntoma que comparten prácticamente el 100% de pacientes que han seguido un tratamiento con Roacután. Algunos de ellos señalan que esto les ha causado problemas en su vida cotidiana ya que al simple roce con la ropa aparecen marcas y ronchones en la piel.

También hay quienes sienten una sequedad severa en los ojos, aumentando así el riesgo de sufrir diversos trastornos oculares. Algunos expertos señalan que este tipo de medicamentos causan un ojo seco de carácter grave. Aunque no es habitual que se convierta en una enfermedad crónica, en ciertos casos puede pasar.

Problemas del Roacután

Desde sus inicios, el Roacután siempre ha estado rodeado de misterio. La razón es que muchos pacientes han denunciado los efectos secundarios del fármaco. Hubo una época en la que realmente se creyó que aumentaba los pensamientos suicidas, así como el riesgo de sufrir depresión.

Otro de los grandes problemas del Roacután es el consumo del medicamento por parte de mujeres embarazadas ya que puede provocar defectos de carácter grave en el feto. Es por ello que las mujeres que siguen este tratamiento tienen que firmar un compromiso de no quedarse embarazadas hasta acabar con él.

Los dermatólogos coinciden en que el Roacután debe ser tomado con un control médico muy estricto. En función del peso del paciente, así como otros factores, se debe tomar una dosis u otra.

Roacután: ¿induce a la depresión?

En relación a este fármaco y el suicidio, existe un caso en Reino Unido. Un joven se suicidó y los padres acusaron al Rocaután como el causante de los problemas mentales que desarrolló. Estos trastornos comenzaron cuando el joven tenía 16 años y se prolongaron hasta los 21, cuando tuvo lugar el fatal desenlace.

Rav Seeruthun, director médico de Roche, explicó que el acné severo es una enfermedad que puede provocar cambios drásticos en el estado de ánimo, derivando en ocasiones en depresión. Así, en el prospecto que acompaña al Roacután se advierte de la posibilidad de que los pacientes sufran cambios en su estado de ánimo, incluyendo la depresión.

Por su parte, la agencia de medicamentos británica (MHRA) registró un total de 20 suicidios entre los años 2012 y 2014 de personas que estaban siguiendo un tratamiento de Roacután. No obstante, tras la investigación posterior se determinó que los resultados eran poco concluyentes.

Los expertos coinciden en que es muy importante observar a los pacientes hasta un año después de finalizar el tratamiento. En ocasiones la presencia de acné genera de por sí una autoestima baja, sobre todo en una etapa como la adolescencia.

Roacután en España

En España existe una condena por tratamiento con este fármaco del año 2004. Un paciente demandó al Servicio Vasco de Salud por negligencia médica ya que el tratamiento con este fármaco le provocó diabetes. Los análisis de sangre periódicos a los que se sometía, obligatorios para quienes siguen este tratamiento, señalaban que sus niveles de azúcar en sangre aumentaban de forma progresiva. No obstante, los médicos decidieron no rebajar ni suspender la dosis.

¿Quiénes no pueden o no deben tomar Roacután?

Este fármaco debe ser suministrado con precaución en: mujeres que puedan quedar embarazadas, personas con antecedentes de depresión, pacientes con alguna alteración en el sistema renal, alcohólicos, diabéticos, obesos y enfermos con trastornos del metabolismo de los lípidos. Tampoco se recomienda en niños menores de 12 años.

Además, hay una serie de casos en los que el Roacután no debe utilizarse bajo ningún concepto: embarazo, lactancia materna, pacientes con disminución de la función hepática, alérgicos al maní o a la soja y problemas hereditarios.

Tal y como hemos señalado, el Roacután es un fármaco muy efectivo para hacer frente al acné. No obstante, siempre debe ser tomado bajo un estricto control médico, realizando supervisiones continuas. Ante la aparición del más mínimo efecto secundario o problema, es importante acudir al médico a la mayor brevedad posible para que determine cuál es la mejor solución.