Roberto Chorens, Premio Nacional de la Enseñanza Artística, 2014: “Con amor todo se puede”

Por Isa @ISA_Universidad

Por Dirección de Comunicación de la Universidad de las Artes

Este miércoles la Universidad de las Artes reconoció con el Premio Nacional de la Enseñanza Artística, junto a creadores de diversas generaciones, la entrega a la docencia y a los procesos relacionados con la educación artística de Roberto Chorens, virtuoso instrumentista y destacado maestro del campo cultural cubano.

En palabras de Graciela Fernández Mayo, también Premio Nacional de Enseñanza Artística y miembro del jurado de esta edición, este reconocimiento celebra la extensa obra pedagógica de Chorens, el depurado conocimiento musical que ha compartido desde los medios de comunicación en programas especializados, conciertos didácticos y el apoyo a jóvenes músicos; asimismo, su labor al frente de planteles docentes de distintos niveles del sistema de enseñanza artístico nacional y la sistematización de su experiencia en libros e investigaciones que se tornan bibliografía de permanente consulta, constituyen aportes fundamentales de su desempeño.

Por su parte, la profesora Hortensia Peramo Cabrera recordó al Chorens delgado y buen mozo, pianista acompañante a finales de la década del 60 en los salones de la Escuela Nacional de Danza Moderna, etapa en que concluiría las carreras de órgano y piano. Desde entonces, subrayó la docente, develaba dotes como maestro, que se manifestaron cuando asumió asignaturas como educación musical. Disciplina, capacidad de multiplicarse, sensibilidad artística y humana, capacidad para coordinar e inteligencia fueron cualidades de Chorens desde que asumió el rol educativo y formativo.

Aunque la vida del directivo es compleja, en su caso resultó, a juicio de Peramo, una misión reconfortante porque dominaba el campo y no se conformaba con lo hecho: saber que Chorens tiene algo en sus manos llama a la tranquilidad, acotó. En tanto, Peramo destacó las inquietudes e intereses del maestro y su sensibilidad incansable en la búsqueda de saberes diversos, que revelan una gran fortaleza de espíritu para sortear los vaivenes de la vida. Gracias, Roberto, por ser uno de nosotros, concluyó Peramo.

Por su parte, Roberto Chorens señaló que este es el mejor premio, que se le entrega en el mismo lugar en el que comenzó su carrera artística en el ´69. El maestro resaltó que con amor todo se puede, porque cuando uno da amor, le devuelven amor.

El Coro del Teatro Lírico Nacional, el grupo vocal Leo, bajo la dirección de la maestra Corina Campos, y el pianista Hernán López Nussa tuvieron a su cargo festejar vida y obra de Chorens desde la música.