En el Fraunhofer Institute for Manufacturing Engineering and Automation (IPA) de Stuttgart (Alemania) han encontrado la forma de diseñar "la forma óptima", sin intervención humana de ninguna clase. Gracias a los algoritmos genéticos, la han convertido en robots que cambian de forma dependiendo de la tarea que tienen que realizar.
No es ciencia-ficción. Es, dicen, el futuro del diseño: las máquinas de usar y tirar diseñadas para tareas altamente especializadas. Otra cosa es lo que implica la eliminación del diseñador de la ecuación de producción del producto y el reto que supone que el diseño genético consiga crear cosas bellas. Los robots creados por los investigadores del instituto alemán con software de algoritmos genéticos se componen de una serie de tubos cilíndricos con una estructura esférica al extremo, que actua como articulación y, por lo tanto, permite que cambien de forma en función de su objetivo y de la superficie sobre la que tienen que desplazarse. Una de las ventajas del software es precisamente que contempla "posibilidades que nunca se le ocurrirían a un ingeniero", asegura Andreas Fischer, diseñador industrial y desarrollador de producto en el IPA. También permite diseñar subcomponentes tales como sistemas de agarre para robots industriales, añade el experto. El trabajo del Fraunhofer Institute está basado en las investigaciones sobre diseño automático de los científicos estadounidenses Hod Lipson y Jordan Pollack, que pusieron en marcha el proyecto Golem (Genetically Organized Lifelike Electro Mechanics) en el que realizaron una serie de experimentos con sistemas electromecánicos que se convertían en máquinas móviles. Ficsher y los demás miembros del IPA mostrarán sus estructuras robóticas móviles en la feria Euromold de diseño y aplicaciones, que se celebra en Frankfurt del 1 al 4 de diciembre.
**Publicado en "La Vanguardia"