Rock the blues away: Inspirada muestra sobre AC/DC

Por Civale3000

“Suenan siempre iguales y siempre distintos”. La frase con la que el malogrado John Peel, legendario conductor radial de la BBC, definió al grupo post punk inglés The Fall puede aplicarse de forma perfecta a la trayectoria de los australianos AC/DC y su enfoque del hard rock.  La banda fue creada por los hermanos Angus y Malcolm Young en los años ’70.

AC/DC tiene dos etapas bien marcadas dentro de una discografía intachable y conciertos incendiarios que se extienden hasta nuestros días. La primera fue con Bon Scott como voz líder: un macho seductor y tatuado (de la época en la que decorarse la piel con tinta indeleble no era moneda corriente sino sinónimo de alguna estadía en prisión) que no sobrevivió a los excesos típicos del rock and roll y falleció en 1979. Y la segunda con Brian Johnson como cantante: un escocés con look de camionero con quien el grupo facturó Back in Black, un disco exitoso que hizo conocido al combo aún por quienes detestan el rock pesado. Y es la era de Johnson con AC/DC la que inspira gran parte de las pinturas de Abdul Vas que se exhiben por estos días en la galería L21 de Madrid agrupadas bajo el nombre de Rock the blues away.

Abdul Vas nació en 1981 en Maracay, Venezuela, y se crió entre Surinam, Venezuela, Guyana y Bélgica. Egresado en Bellas Artes de la Gerrit Reitveld Academie de Amsterdam, reparte sus días entre Madrid y Amsterdam.

Un eje común dentro de su obra son los gallos que representan el costado masculino de la cultura estadounidense de los westerns y los cowboys. Así se suceden referencias a la National Rifle Association de los Estados Unidos, el béisbol (más precisamente los Cincinnati Reds), la pornografía y los camiones Navistar. Pero su verdadera pasión, la que lo llevó a publicar el libro For Those About To Power (mash up entre los discos For Those About To Rock y Powerage) o muestras llamadas Shoot To Thrill y la actual Rock The Blues Away es AC/DC.

“Para mí AC/DC es como mi vida. Son los más grandes. Los he visto más de 30 veces y he intentado entrar en más de una decena de otros conciertos del grupo. Tengo casi 600 vinilos de la banda. A nivel artístico, esa pasión no me limita. Sí lo hace a nivel institucional o museístico: he tenido que rechazar proyectos porque les interesaba mi obra, pero querían que evitara a AC/DC”, dijo alguna vez el venezolano.

Allí es donde la idea del rock como un gesto molesto, algo que parece pertenecer al pasado en este muchas veces lavado SXXI, se aplica con la misma incorrección que supo tener el género cuando era verdaderamente subversivo. Murales, instalaciones, pinturas, dibujos, fotos intervenidas, collages: esa ensalada de soportes convive de manera coherente al pensar la obra de Vas como una extensión de la guitarra Gibson SG, el traje de colegial y de las míticas piruetas de Angus Young en cualquier recital de AC/DC, sostenidas por la viola rítmica de su hermano y la voz de Johnson.

La sigla AC/DC significa “Corriente alterna / Corriente directa” y no “Antes de Cristo / Después de Cristo”, como muchos religiosos fundamentalistas quisieron instalar cuando el combo estaba en la cresta de la ola. Pero en la obra de Vas se puede ver un gesto religioso, dicho esto desde el costado del fan irreductible que no acepta contradicciones sobre el objeto de su pasión. Los argentinos conocemos ese sentimiento que genera AC/DC, y el grupo también: tanto es así que su último CD / DVD en vivo fue registrado en el Estadio de River Plate de Buenos Aires.