Me encanta el rodaballo, un pescado que se alimenta basicamente de almejas y moluscos y que teniendo cuidado en no pasarnos de tiempo al cocinarlo, conseguimos degustar un pescado con una textura blanda, jugosa y gelatinosa que es una maravilla.Antes de que digáis nada, ya se que el pescado hay que meterlo al horno con cabeza, pero las cabezas es algo que no consigo superar, así que yo al pescadero le pido siempre el pescado descabezado y si tengo que hacerlo al horno le pongo un poco de Albal para que no se quede seco. Y ademas como resistirse si en la pescadería te encuentras con un hermoso y fresco rodaballo, pues eso, le pides al pescadero que te lo decapite y te lo llevas para casa aunque sepas que lo vas a tener que cocinar con caperuza.
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