Los malos hábitos alimenticios son cada vez menores, gracias a la cada vez mayor cultura general que hay de la vida sana. Si bien de forma continua nos encontramos con situaciones en las que perdemos por completo la visión real del conflicto y nos dejamos llevar por factores externos (familia, amigos…) y eso es un terrible… ¡ERROR!….
Allá vamos:
1 # Problema: TE DESCONTROLAS CON TUS COLEGAS
Solución:
Si son tus amigos lo que vienen a tu casa, hornea unas cuantas patatas al horno y opta por salsas naturales hechas por ti, nada de “pringles” o “lays”, si no quieres pagar las consecuencias.
Si eres tu el que se desplaza a casa de tus amigos, lleva algo saludable para todos (una ensalada por ejemplo), seguramente nadie comerá ensalada y tú tendrás excusa para cenar de forma ligera sin quedar mal con el resto de invitados.
Si vais a un fast food, controla las cantidades y por supuesto omite las salsas, bebidas gaseosas y postres hipercalóricos.
Cuando acabes de cenar, aunque no te sientas lleno, masca un chicle, te saciará y engañaras a tu estomago.
2 # Problema:
¿A quien no le apetece comerse un trozo de pizza mientras visualiza en el salón de su casa el ultimo taquillazo de Denzel Washington?
Solución:
Lo sentimos pero si quieres comer, lo debes hacer en la mesa de la cocina no en el sofá. Está demostrado que si comemos mientras vemos la televisión, perdemos antes el concepto de la cantidad de alimentos ingeridos. Por otro lado, elige platos pequeños para poner las porciones, visualmente parecerá que tienes más comida en el plato.
Por último piensa que lo que llevas a la boca en esos momentos no lo vas a quemar, ya que después de la mesa tu siguiente parada es el sofá… cuidado con lo que engulles.
3 # Problema: TE PIRRAS POR LA COMIDA BÁSURA EN LA OFICINA
Solución:
Mantén un horario regular de alimentación y no piques entre horas, trae tu propio almuerzo de casa, tu salud y tu bolsillo te lo agradecerán. Si te entra un antojo, abusa de tus amigas las manzanas.
Si tu oficina tiene comedor, ten en cuenta lo siguiente :
Primer plato – Ensalada
Segundo Plato – Un plato principal que no contenga calorías en exceso
Postre – Una pieza de fruta (nada de tiramisú)
Pan – No lo necesitas.
4# Problema: NUESTRAS MADRES SIEMPRE NOS VEN DELGADOS…
Cuantas y cuantas veces has ido a comer a casa de tus padres, abuelos, tíos y alrededor de la mesa con toda la familia, las cantidades de comida que se depositaban en tu plato podían haber alimentado a un regimiento de la Legión francesa .
Es habitual “nos inciten” a comer en exceso en estos tipos de celebraciones o reuniones, pero como siempre hemos encontrado una vía de escape.
Solución:
Rompe con la tradición y lleva tu propio plato cocinado por ti. Eso sí, ten cuidado de que no sea excesivamente sano para que no te machaquen con críticas del tipo - “estas obsesionado, vas a caer malo, etc.…” –
Si es demasiado agresivo y tu familia no está preparada para semejante cambio, intenta comer sobre todo verduras y frutas y haz que la porción que te pongan del plato principal no sea excesivamente grande.
5 # Problema: EL PICOTEO DESPUES DEL ENTRENAMIENTO
Es habitual que después de entrenar nos entre el “mono” de comer algo dulce, debido a las bajada de glucosa en sangre.
Solución:
Come algo antes de entrenar. Una combinación de proteínas y carbohidratos 30 minutos antes, evitarán que bajen en exceso tus niveles de glucosa y te sientas tentado de comer más calorías de las que quemas.
Una rebanada de pan integral con miel y un revuelto de claras de huevo, es una buena opción para controlar ese apetito voraz.
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