Tras la relajación inicial ponte en pie, con los brazos abiertos. Inspira y flexiona los codos hasta que tus manos estén frente al pecho; ahora espira por la boca y abre los brazos enérgicamente, junto con una exhalación del aire fuerte y cortada, si quieres incluso puedes ir exhalando el aire dando un grito. Repite los movimientos, siempre en concordancia con la respiración, durante al menos 2 minutos, sintiendo que sacas cualquier bloqueo, carga, negatividad, rabia o sentimiento que te impida avanzar.
Cuando sientas que es suficiente, junta las manos manteniendo los codos en ángulo de unos 45º, como si estuvieses rezando.
Es el momento de tomar asiento. Continua centrado en la respiración, y repite mentalmente:
“Pido ayuda para entender, para poder comunicarme mejor con mi Yo Superior”.
Ahora únicamente céntrate en el silencio, en el ritmo de tu respiración y deja que venga a ti cualquier imagen o recuerdo y revívelo, siempre centrado en la paz de tu corazón, mira que sentiste, que supuso para ti aquello que venga, míralo como un espectador, no juzgues solo mira y respira… Sin prisa, sólo tienes que centrarte en el ritmo armonioso de tu respiración…
Cuando lo consideres oportuno toma una respiración profunda, si has visualizado alguna cosa intégrala a tu consciencia, si no calma, el input, la instrucción está dada, tal vez a través de un sueño, mirando una película o paseando por la calle el mensaje venga a ti.
Ahora poco a poco ve tomando consciencia de tu cuerpo y, cuando estés preparado, preparada, abre tus ojos.