La artista brasileña Rosangela Rennó conmemora en su muestra Nupcias expuesta en la Galeria Vermelho de San Pablo el 25 aniversario del proyecto Universal Archive y el 20 aniversario de la serie Goodbye Ceremony con comentarios sobre alianzas, evaluación y género, sobre la base de cuatro nuevas series de obras y la exposición del conjunto completo de la primera huella digital de la Ceremonia de Adiós, 1997-2003.
La serie que da el nombre a la exposición, Nupcias, 2017, reúne 86 cuadros fotográficos hechos por Rennó de fotografías de bodas. Los cambios del artista se hacen con tinta, objetos, cortes y recomposiciones, incluyendo intervenciones directamente en fotografías fotográficas originales de la región de Cariri, nordeste de Brasil. Además de referirse a la pluralidad de uniones afectivas, independientemente del credo, raza, orientación sexual o cualquier otra convención, el artista analiza varios iconos de la cultura de la visualidad, tanto en el Oeste como en el Oriente. En el caso de ser una de las más antiguas de la historia de la música, música, cultura pop (Batman & Robin, La Lucha), política reciente (Bella, recatada y casa, Femen), a la religión (Burkas, La cieguita) ya las disparidades sociales (Chacina).
En la serie, Rennó dice: “Se percibe en ese siglo que las sociedades en general señalaron, de varias maneras, cambios radicales en el modelo tradicional de la unión del amor. Como ejemplo, vimos con más frecuencia la oficialización de los bodas entre parejas homosexuales y los esfuerzos de varios segmentos de la sociedad para entender y aceptar nuevas variantes en los modelos de género, digo varios segmentos, desgraciadamente, no todos. La aceptación de los nuevos modelos no es unánime y, aún menos, universal. En Brasil, por ejemplo, lo que parece ser natural para muchas personas todavía es considerado una enfermedad o una desviación comportamental abominable, e incluso un crimen en algunos países de África o de Asia. Estamos todavía lejos de la armonía y de la sabiduría y, desgraciadamente, la humanidad puede perecer antes de alcanzarlos “.
Cien años se trata de la celebración de matrimonios duraderos. Tradicionalmente, en la cultura occidental, el regalo concedido a la pareja en conmemoración de cada año vivió en matrimonio debe ser hecho con un material específico. Iniciado en la Alemania medieval, la tradición de celebrar una unión, desde que en el 25 aniversario del matrimonio, la novia y el novio recibieron una corona de plata y, a los 50, con una corona de oro. A lo largo del tiempo, otros símbolos se crearon para cada año celebrado.
Una lista de cien palabras es lo que se puede ver y leer en la instalación que Rosângela Rennó propone para la fachada de la galería. Bajo un fondo plateado, los cientos bodas y sus respectivos materiales se enumeran en un ejercicio de catalogación que representa la línea del tiempo desde el primer año hasta el centenario.