"Esta mañana pudimos probar algunas tandas de calificación que fueron bien, podía atacar la vuelta un poco y encontré un buen equilibrio", recoge el comunicado del equipo alemán. Ha sido un día completo para Nico, porque también ha realizado tandas largas el monoplaza plateado: "Más tarde hicimos una simulación de carrera, que era fundamental para aprender todo lo nuevo en el coche".
Pero a estas alturas la perfección es algo inalcanzable y los de Brackey no dan esquinazo a los problemas: "Hubo una gran cantidad de comentarios de los ingenieros, por lo que mi cabeza estaba llena de información. Sufrimos con un problema al final del día que terminó el programa un poco temprano", dice Rosberg, pero es no empaña las sensaciones de Mercedes como bien dice Paddy Lowe: "Intentamos ir un poco más lejos al final del día, pero un problema nos detuvo antes de lo previsto. Ha sido una semana muy positiva".
Tampoco al piloto de Wiesbaden le cambian la cara las dos banderas rojas que ha protagonizado hoy en el circuito de Shakir: "Podemos estar muy contentos con la primera prueba en Baréin esta semana. Hemos completado muchos kilómetros y aprendimos más sobre el coche en cada vuelta que conseguimos". En total, él y Hamilton han acumulado 315 vueltas al volante del W05.
Sin embargo, Rosberg espera que en los últimos test de la semana que viene sean capaces de dejar esos pequeños contratiempos atrás: "Todavía queda mucho camino por recorrer para que gestionemos la fiabilidad antes de Melbourne, ya que jugará un factor muy importante en las primeras carreras, pero tenemos la esperanza de que podamos dar otro paso para conseguirlo la próxima semana".