En esta entrada voy a invertir el orden que, normalmente, sigo en las entradas. Los comentarios suelen ir tras las recetas, pero hoy comenzaré por comentar. Lo primero que quiero dejar claro es que esta receta, aunque esté en mi blog, no es mía, la he tomado 'prestada' de webos fritos. Yo, solamente, me he limitado a seguir los pasos, que de forma muy clara van explicando. En esta web, no solo, hay muchísimas recetas, sino que también encontramos consejos, sugerencias, se resuelven dudas....
Una vez dicho esto, comienzo por los ingredientes.
70 g de leche entera
10 g de levadura fresca de panadería
1 cucharadita de azúcar
130 g de harina de fuerza
60 g de leche entera
70 g de mantequilla a temperatura ambiente
2 huevos medianos
20 g de levadura fresca de panadería
25 g de agua de azahar -al gusto-
450 g de harina de fuerza
1 pellizco de sal
Los 120 g de azúcar glas que habremos aromatizado con el limón y la naranja
Para el azúcar glas aromatizado
120 g de azúcar glas
La piel de medio limón -solo la parte amarilla-
La piel de media naranja -solo la parte naranja-
Huevo batido
Azúcar humedecido con unas gotas de agua
Almendras fileteadas crudas
Guindas en almíbar y muñequitos de azúcar
1.- En leche templada desharemos la levadura.
2.- Una vez deshecha la levadura añadiremos la harina y el azúcar. Mezclaremos bien y formaremos con la mezcla una bola.
3.- En un bol ponemos agua templada y en este agua metemos la bola. Cuando flote, estará lista para usarla y unirla a la masa principal. Este proceso suele tardar unos 10 minutos.
1.- De nuevo mezclamos la levadura con la leche tibia.
2.- Tamizamos la harina en un bol.
3.- Una vez tamizada la harina, hacemos con ella una especie de volcán y dejamos el centro libre para ir agregando todos los ingredientes: los huevos, el azúcar, la mantequilla a temperatura ambiente, una pizca de sal, el agua de azahar, la leche con la levadura, la ralladura de medio limón y media naranja junto con el azúcar glas y la masa madre, que, anteriormente, hemos preparado.
4.- Mezclamos todo e integramos todos los ingredientes hasta conseguir una masa elástica que no se pegue. De este paso no hay fotos porque tenía las manos ocupadas en amasar.
5.- La bola que hemos conseguido, la ponemos en un bol y esperamos que duplique su tamaño. A mi me ha tardado unas 4,30 minutos o 5 horas.
6.- Una vez que la masa ha duplicado su tamaño la partimos por la mitad, para hacer dos roscones. Las dejamos reposar 5 minutos más a cada una de las bolas.
7.- Ahora toca darle a cada una de las bolas, la forma de roscón. Si la masa se encoge, hay que dejarla reposar más tiempo, otros 5 o 10 minutos. En el centro de los roscones he colocado un aro y una pequeña ollita, para asegurarme que al crecer, de nuevo, el roscón, quedará con su forma.
8.- De nuevo dejamos reposar la masa hasta que doble su tamaño, unas dos horas.
9.- Transcurrido este tiempo, ya, solo, nos queda, decorar el roscón. Para ello, primero pincelamos cn huevo, y luego he puesto sobre él, las guindas, el azúcar con unas gotitas de agua, las almendras laminadas y los muñequitos de azúcar.
10.- Precalentamos el horno a 200º con calor arriba y abajo. Metemos el roscón y pasados 10 minutos bajamos la temperatura del horno a 180º y así lo tenemos otros 10 minutos más, pero ya sabéis que los tiempos de horno son orientativos. Pasado este tiempo el roscón está listo. Hay que esperar a que se enfríe para rellenarlo.
Es la primera vez que cuelgo una receta sin estar acabada del todo, porque a estos roscones aún les falta el relleno. Pero siendo el día que es, y la ilusión que me ha hecho hacerlo, la colgaré sin las fotos del relleno.
Hace mucho tiempo que tenía ganas de hacer el famoso y típico roscón de Reyes. Como decía mi madre, 'todo llega, hasta lo que no queremos' y aquí está mi roscón. El olor que ha dejado en la cocina es increible, huele a panadería, a rico, ese olor, que cuando lo hueles te abre todos los sentidos... una maravilla.
Como véis en esta receta he tenido un ayudante muy especial, mi nieto, le gusta trastear en la cocina, y hoy tenía mucha ilusión en participar en la elaboración del roscón. Esta noche es la noche mágica, la noche de los niños, la noche de la ilusión.... mi hijo cuando era pequeño cuando se levantaba la mañana de Reyes, aseguraba que había visto a los Reyes Magos, pero que ellos no lo habían visto porque él no había hecho ruido! Mi nieto ya, hoy, está nervioso porque mañana llegan los Reyes. Y mañana habrá que hacer el ritual, dejarles a cada uno de sus majestades, el vaso de leche y los mantecaos para los camellos, y como no, todos tendremos que dejar los zapatos en el árbol, cerca de la ventana....:)
La imaginación de los niños es algo maravilloso, sus ilusiones nunca deberían romperse. Hoy mi recuerdo va para esos niños que, desgraciadamente, no tienen tanta suerte como los nuestros. Niños que están en zonas de conflicto, niños que no tienen que comer, niños que sufren, niños que no tienen padres / madres, niños, que aún siendo tan pequeños hacen trabajos de mayores, niños que deberían ser NIÑOS y que no lo son... niños para los que nunca llegan los Reyes Magos. Los mayores tenemos que pensar los porqués de esta situaciones, intentar resolverlas y no mirar nunca para otro lado. Porque mirar para otro lado no sirve, cuando se ha visto a niños sufrir, mires donde mires y metas la cabeza donde la metas, sus ojos siguen estando en 'nuestro disco duro'. Es obligación nuestra, de los adultos, conseguir que los niños sean NIÑOS.
Por eso hoy os dejo una canción, que os puede parecer ñoña, pero que a mi me dice mucho, 'que canten los niños' que alcen su voz, porque no siempre los adultos conseguimos oir, escuchar y atender las necesidades de los críos.