Pequeños instantes en los que nos convertimos en cárcel y barrotes arrastrando nuestra propia jaula, nuestra propia condena. Totalmente incomunicados en esta “Era de las comunicaciones”.
Mansos habla de la soledad y el aislamiento que sufre el hombre de hoy en día, bajo el manto de una cotidianidad mansamente asumida.
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Texto: Roser Díaz