Las rosquillas de Estella hace años que las preparo y siempre con el mismo resultado: Un éxito.
Es un dulce que procede de la ancestral sabiduría de los conventos, con ese sabor tan especial que les aporta la manteca de cerdo.
Si se quieren tener unas galletas infalibles, sin complicaciones a la hora de amasar y hornear, y con un sabor a galleta casera, no perdáis la receta :-)
Ingredientes
- 100 g. de manteca de cerdo
- 50 g. de margarina
- 2 huevos enteros
- 1 yema
- ralladura de 1 limón
- 150 g. de azúcar
- 1 sobre de levadura
- una pizca de sal
- 375 g. de harina de repostería
- 1 huevo para pincelar
Preparación
- Batir la manteca, margarina, huevos, yema, ralladura de limón y el azúcar.
- Añadir la harina, mezclada con la levadura y la sal y amasar hasta lograr una masa suave, y que se pueda trabajar sin que se pegue a las manos.
- Extender con el rodillo y dejar un grosor de medio centímetro.
- Cortar círculos de masa con un cortapastas de 7 cm. y hacer un agujero en el centro con otro cortapastas más pequeño.
- Colocar en la bandeja de horno sobre papel vegetal o silpat y pincelar con huevo batido.
- Meter en horno precalentado a 200º unos 15 minutos, o hasta ver que ya están doradas.
- Una vez que estén cocidas, sacar sobre una rejilla y dejar que se enfríen totalmente, antes de meterlas en una caja cerrada herméticamente. Si se guardan bien cerradas, aguantan en perfectas condiciones mucho tiempo, por lo que se pueden aumentar las cantidades de la receta sin ningún problema.