Rubens y la pintura de los reinos

Por Carol

 

El juicio de Paris

Quien esté durante estos meses por Madrid no puede dejar de darse una vuelta por el Prado. Me atrevería a decir que ahora mismo es el centro expositivo de España donde se concentran las mejores muestras a las que nos podamos acercar. Las últimas en llegar han sido Rubens y Pinturas de los Reinos, ambas, más que recomendables.


 

Las tres gracias

La muestra del genial Rubens tiene la peculiaridad de que no se presenta al uso, con los cuadros ampliamente separados entre sí y con carteles explicativos al lado, sino, que podemos verlos en orden cronológico, imitando los gabinetes reales y con una separación de pocos centímetros entre cuadro y cuadro. Antes de ir a verla me preocupaba que esta idea dificultase la visita, pero todo lo contrario, ha sido un gran acierto. Por un lado, los cuadros se ven perfectamente uno a uno, están juntos, pero al ser muchos de gran tamaño no se entorpecen unos a otros. Además, el efecto que se produce al situarnos en el centro de las salas y mirar alrededor es realmente abrumador, ver todos esos cuadros en una hilera, unos detrás de otro, nos transporta a otra época, y es cierto que nos recuerda a esos retratos en los que aparecen palacios repletos de obras de arte o a los estudios de los pintores. El efecto es asombroso. Por último, en vez de tener que pelearnos por el pequeño cartelito que suele colocarse al lado del cuadro y alrededor del que se arremolina todo el mundo, impidiendo que la lectura sea cómoda, se nos entrega al comienzo de la exposición un librito con la explicación pormenorizada de cada uno de los cuadros, con lo que la lectura puede ser todo lo sosegada que deseemos. Aquí podéis ver un vídeo del Museo del Prado, donde se aprecia cómo están colocados los cuadros.


La muerte de Séneca

En total podemos admirar noventa obras de este genial pintor que conoció el éxito en vida, admirado por varias cortes, entre ellas la española, donde era el favorito de Felipe IV, quien le encargó decenas de cuadros para sus palacios, que el monarca exponía tal y como se presentan ahora en el Prado. Tras la muerte de Rubens, Felipe IV adquirió buena parte de sus obras, gracias a esa pasión por el pintor, El Prado guarda una de las mejores colecciones de Rubens del mundo.


 

La Infanta Isabel Clara Eugenia

La muestra está dividida en dos grandes salas, la primera de ellas con los fondos  del Museo, presenta sus archiconocidas formas rotundas, y una segunda sala con la serie de la Torre de la Parada, que muestra la serie completa encargada por Felipe IV para el pabellón de caza de los montes del Pardo.

Saturno devorando a un hijo

Predominan los tomas mitológicos sacados del libro Las Metamorfosis de Ovidio (que no podéis dejar de leer), el tema religioso, y por supuesto, el retrato de corte. La muestra puede verse hasta el 23 de enero de 2011.



Juan Martín Cabezalero, Comunión de Santa Teresa(1670). Fundación Lázaro Galdiano, Madrid

Otra de las interesantes muestras que podemos ver en el Prado es Pintura de los Reinos. Identidades compartidas en el mundo hispánico, que hace un extenso repaso  a través de más de un centenar de obras de la relación cultural de Europa, especialmente España, con los virreinatos americanos en los siglos XVI al XVII a través de la pintura. Resulta chocante plantearse la pintura como un movimiento global , después de que nos hayan enseñado a estudiarla por países. Este fenómeno comenzó a darse en el siglo XIX con los movimientos nacionalistas, se decidió que para salvaguardar la identidad nacional, el arte se compartimentaría por países (al igual que sucede con la literatura, por ejemplo), estudiándose así la pintura española, la pintura alemana... A pesar de que esta división no es un fiel reflejo de lo que han sido los movimientos artísticos, ya que los pintores se movían por distintas cortes y países. Especialmente difícil es hablar de pintura por países en los siglos XVI-XVII, ya que el imperio español alcanzaba hasta los Países Bajos y América, e incluso llegaba a Asia.


Santa Teresa recibe el collar y el velo. Cristóbal de Villalpando.(1680 - 1690). Ciudad de México, Templo San Felipe Neri.

La exposición incluye obras realizadas en España con destino al mercado americano, pinturas de artistas europeos, flamencos e italianos, que viajaron a América donde trabajaron y dejaron su impronta artística, cuadros de pintores nacidos en Iberoamérica y piezas realizadas en Europa para un público europeo.


San Juan escribiendo el Apocalipsis. Martín de Vos. (s. XVI). Tepotzotlán, Estado de México, Museo Nacional del Virreinato, INAH.

Resulta especialmente interesante ver cómo los pintores nacidos en el Nuevo Mundo adaptaron y transformaron la tradición pictórica española y europea, creando un nuevo arte, con sus peculiaridades y claramente distinguible del Viejo Continente.

Cristo resucitado, Bernardo Bitti(1603). Arequipa, Compañía de Jesús-Residencia del Sagrado Corazón

La muestra se puede visitar simultáneamente en el Palacio Real de Madrid y en el Museo del Prado, hasta el 31 de enero de 2011. Posteriormente se presentará en Ciudad de México, en el Palacio de Cultura Banamex (Palacio de Iturbide), del 2 de marzo al 30 de junio de 2011.

San Miguel Arcángel, Anónimo limeño(1635 - 1640).Lima, Parroquia de San Pedro
 
No olvidéis que todavía pueden verse en el Prado las muestras Pasión por Renoir hasta el 6 de febrero y Bibliotheca Artis hasta el 30 de enero, podéis recordar ambas exposiciones aquí.