Ruta Modernista alternativa en Barcelona

Publicado el 23 diciembre 2016 por Bcncoolhunter @bcncoolhunter

Ruta Modernista alternativa en Barcelona

Si viajas a Barcelona, algo que es completamente imprescindible es visitar sus emblemáticas obras del Modernisme Catalá. El Modernismo Catalán nace como forma de rechazo a la fría arquitectura industrial de principios del siglo XIX, por lo que se empezó a proponer formas y figuras inspiradas en elementos de la naturaleza para diseñar sus edificios. La Casa Batlló, La Casa Milà, el Parque Güell y la Sagrada Familia de Antoni Gaudí son sin duda los ejes principales de la ruta del Modernismo por Barcelona, pero no son los únicos sitios que nos permiten conocer las obras de esta tendencia arquitectónica considerada la mayor representante de la Ciudad Condal.

Casa Batlló Hospital Sant Pau

Barcelona ofrece muchos más ejemplos de sus obras modernistas, de hecho paseando por sus calles muchas veces nos encontraremos pisando baldosas con el panot de flor o flor/ rosa de Barcelona, estos símbolos de color rojo indican los ejes principales del itinerario de la Ruta del Modernisme que cuenta con un total de 120 obras.

Flor Ruta Modernisme

Si estamos hablando de una escapada a Barcelona, lo más probable es que no dispongamos de mucho tiempo para la ruta, así que os recomiendo alojaros por el centro de la ciudad, mejor aún por la zona del Casco Antiguo o por su proximidad. En plataformas como Holidu podéis encontrar varios tipos de alojamientos con estas características y así olvidaros de perder tiempo para desplazamientos.

Para nuestra ruta modernista alternativa dejamos de lado los típicos edificios, ya hemos reservado online nuestra visita a la Sagrada Familia, al Parque Güell y al Hospital de Sant Pau, ahora toca un buen paseo y un poco de diversión.

Palau de la Música Catalana

Uno de los máximos exponentes del modernismo, y para mi uno de los edificios más impresionantes de toda su obra, es el Palau de la Música Catalana (C/ Palau de la Música, 4-6) del arquitecto Lluís Domènech i Montaner. Su sala de conciertos es una de las más singulares del mundo y la mejor manera de verla es comprando la entrada para uno de los espectáculos que haya en el programa durante nuestra visita. No os quedéis mirando la fachada, merece mucho la pena entrar y luego quedarse a tomar algo en su bar.

Quatre Gats

Para comer algo tenemos un gran clásico, un restaurante que fue uno de los lugares de referencia del modernismo catalán, Els Quatre Gats (Carrer de Montsió, 3). Ideal para ir al mediodía y aprovechar su menú para comer donde solían sentarse Picasso o Gaudí.

Para desayunar, merendar o simplemente tomar un café nos dirigimos hacía las populares Ramblas para visitar el Cafè de L’Òpera (Rambla, 74). Cuando se inauguró a mediados del siglo XIX era una chocolatería de estilo vienés, luego fue un café-restaurante y ahora, a pesar de estar situado en uno de los sitios más turístico de la ciudad, sigue conservando intacta su esencia modernista y ofrece un poco de todo con opciones incluso para comer. Paredes de madera, muchos espejos, un gran coleccion de botellas antiguas y mucho encanto.

Bar Marsella

Para tomar algo hay un sitio mítico, el bar Marsella (Carrer de Sant Pau, 65), una joya de la arquitectura modernista que puede presumir de haberse quedado en su estado originario. Era el bar donde iban a tomar absenta Dalí, Picasso, Gaudí y Hemingway y ahora todo curioso viandante puede repetir la misma experiencia en este mágico lugar en el que el tiempo parece haberse detenido. El techo está a punto de caerse y su estado de limpieza es crítico, pero tomar algo en sus mesas de mármol y vivir su encanto bohemio tan auténtico es una experiencia única.

Otro bar para seguir con la ruta del modernismo alternativo es el London Bar (Nou de la Rambla, 34), también situado en el barrio del Raval. Una taberna que conserva su decoración modernista originaria del 1910, fecha en la que se inauguró, este local también era parada fija de Dalí, Picasso y Hemingway.