Los novios tenían un presupuesto muy limitado, pero no por ello dejaron de tener la boda de sus sueños. Buscaron y rebuscaron lugares para celebrar su boda, y finalmente dieron con un teatro antiguo en una ciudad de Texas que tenía más de cien años de historia.
Para la decoración hicieron una guirnalda de hoja de pino, usaron piñas, velas, luces de navidad y cintas de terciopelo. El gran protagonismo se lo llevaron los carteles de madera, hechos por Amy Heitman, una ilustradora estadounidense de Chicago.
Aquí os dejo con las fotos de esta preciosa boda:
¿No os entran ganas de volver a casaros en Navidad? A mí sí!!