¿Sabemos adaptarnos a la demanda? Sobre el cierre temporal de camas hospitalarias

Por Saludconcosas @manyez


La organización tradicional de los hospitales en España y la costumbre obliga a que todas las unidades de hospitalización estén siempre abiertas, con todas sus camas. Salvo verano, época en la que muchos centros cierran alguna planta ante la reducción de los ingresos, el resto del año todo está abierto.¿No sería más interesante adaptar la oferta de camas a las necesidades reales de cada momento? Hay unidades de hospitalización que nunca superan el 50% de ocupación salvo dos meses al año, ¿no sería lógico adaptarnos a esa realidad? Lógicamente hay algunas dudas relacionadas con la conveniencia o no de juntar pacientes de varias especialidades en una misma planta (cosa que es muy habitual), pero si la planta 4 izquierda está al 20%, ¿no sería más eficiente cerrarla unos días y abrirla en caso de necesidad?La flexibilidad está asociada a la eficiencia, pero lamentablemente cerrar camas, aunque sea por una semana,  se suele interpretar como una mala noticia y un síntoma de recorte. Incluso es muy habitual el titular en prensa del tipo: "el hospital A cierra una planta pero tiene lista de espera quirúrgica". El cierre de quirófanos es una mala noticia para la lista de espera, pero el cierre de camas no va a impedir que se siga operando. Y si es cirugía ambulatoria, menos problema todavía.


Los datos son muy claros: se mantiene el número de ingresos en los últimos años, pero asociados a estancias medias cada vez más bajas. De hecho, el número de estancias hospitalarias en hospitales adscritos al SNS por 1000 habitantes ha ido bajando desde 756 en 2001 a 668 en 2009. Sin embargo, tenemos el mismo número de camas hospitalarias que en 2001, paradójico ¿no? Es decir, menos necesidad de camas, pero mismo número de camas. Y si alguien prefiere analizar el dato de ingresos por 1000 habitantes, ocurre lo mismo: reducción desde 2001 a 2009. Los datos aparecen en la estadística de centros sanitarios de atención especializada que elabora el Ministerio de Sanidad (aquí el resumen). 

Mantener todo abierto también tiene su coste y ese gasto no suele aportar nada al paciente. Lo único necesario es tener una organización que sepa responder  y adaptarse con celeridad a las necesidades externas: tenemos los datos, tenemos la información y sabemos hacerlo, falta querer y que la sociedad pueda entender que es una medida para usar bien el dinero público.Nota: esta entrada está inspirada en un post del blog Salud a debate, que firma Esteban Carrillo.