Hay ocasiones en las que la comunicación entre los novios y los invitados no es la esperada. La pareja puede organizar su boda de forma minuciosa, dedicándole mucho cariño, tiempo y esfuerzo; pero llegado el día de la boda, los invitados no le prestan atención a buena parte de detalles y actividades programadas. Y eso es algo muy frustrante para cualquier pareja de novios, creedme.
Por eso es necesario que esa comunicación entre novios y asistentes sea fluida. Eso se consigue llamando la atención sobre aquello importante para vosotros y que es parte de la experiencia que queréis que disfruten los invitados. Y, por supuesto, explicando lo que esperáis de ellos.
En este post os desvelo algunos de esos puntos conflictivos en la organización de una boda en los que los invitados no responden a las expectativas y deseos de los novios.
Incluso aunque lo solicitéis expresa y claramente, habrá invitados que no confirmarán su asistencia, con los inconvenientes que conlleva. Por eso es importante que les facilitéis todo lo posible la tarea de indicar si acudirán a la boda o no lo harán.
Si vais a ofrecer un programa de la boda, los asistentes deben saber que está disponible. Eso implica que los debéis situar en un lugar bien visible. También podéis colocar un cartel con una frase que invite a que tomen los programas y le presten atención. Otra opción es que alguna persona de vuestra confianza o alguien del equipo de organización de la boda los entreguen en mano. Y, por supuesto, conviene que resaltéis la información más importante, como las horas, los lugares de celebración, frases o palabras clave...
Incluso podéis disponer unas cajas o cestas para que depositen sus dispositivos a la entrada. Si es vuestra elección, colocad carteles en los que lo expliquéis con humor y respeto. También debéis pedirle a alguien que se encargue de custodiar los móviles hasta que los asistentes los recuperen. Podéis establecer un sistema del estilo de los de los guardarropas, con un tiquet o una ficha para identificar el terminal de cada uno. Debe quedarles claro que aunque tengan que renunciar unos minutos a sus smartphones, estarán bien seguros.
Hay bodas en las que los pétalos, el confetti, el arroz u otros elementos para que los invitados los lancen a vuestra salida a la finalización de la ceremonia se ignoran. Esto sucede porque los asistentes ni siquiera saben que están a su disposición, bien porque no están a la vista o porque pasan desapercibidos por su formato. En otras ocasiones lo que sucede es que los invitados no saben qué hacer con ellos, porque no lo identifican con algo para celebrar vuestra salida tras el sí, quiero. Para muchos asistentes los pompones mini, los pétalos u hojas secas o las palomitas no son objetos hechos para arrojarles a los novios. Lo mismo sucede con las bengalas, cascabeles, campanitas, wedding wands o panderetas mini, que no se lanzan, sino que se agitan para crear un ambiente alegre.
Colocad estos objetos en espacios que los invitados no puedan ignorar y de fácil acceso. También podéis reclutar a familiares o amigos para que los entreguen a la entrada a la ceremonia o justo antes de que salgáis del brazo por el pasillo nupcial. O colocad carteles indicativos y bien visibles con las instrucciones de uso.
Si tienen que escribir, es necesario disponer bolígrafos, lápices o rotuladores. Si deben dejar su huella, es necesario colocar tampones con la tinta, así como toallitas húmedas y pañuelos de papel para que se limpien los dedos.
En caso de que sean libros de firmas originales y con formatos novedosos, es imprescindible que los asistentes sepan qué se espera de ellos y cómo llevarlo a la práctica.
Deben situarse en lugares visibles, pero que no estorben el paso y que no inviten a las aglomeraciones. También es conveniente que los asistentes identifiquen como tales el photocall o el photo booth. Los hay tan bonitos y tan sofisticados, que puede que los confundan con decoración de esa que se mira, pero no se toca. Si es necesario, colocad un cartel que invite a hacerse fotos en ellos.
Mi consejo es que se utilicen durante el cóctel o al comienzo de la fiesta, lo mismo que en el caso del libro de firmas. Si los invitados están demasiado alegres puede ser contraproducente, porque pueden terminar estropeándolos o creando situaciones incómodas (o indignas).
Si habéis creado un hashtag para la boda, debéis indicarlo y explicar cómo queréis que los usen. Si queréis que compartan las fotos en redes sociales o aplicaciones específicas, etc.
Poner una música especial, cambiar la iluminación, que el DJ lo avise con el micro y que amigas y familiares lo avisen entre los distintos grupos es más que suficiente para anunciarlo.
Si vais a disponer los detalles de recuerdo para los invitados en mesas o corners, deben saber que están ahí y que son para ellos.
Hay algunos asistentes que se olvidan de sus regalos en las mesas o en la zona de la fiesta, para evitarlo siempre podéis colocar señalización que les recuerde que os gustaría que se los llevasen a casa.
Espero que estos consejos mejoren la comunicación entre vosotros y vuestros invitados, así la experiencia será estupenda para todos.
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