Como la política es la continuación del fútbol por otros medios ¿o era al revés? habrá Barça-Madrid “por otros medios” durante mucho tiempo. Suponemos que cuando el Caudillo de todas las Cataluñyas, por la Gracia de la Pela, le practica la Inmersión “cuni-lingüística” a su esposa la señora Helena Rakosnik, ésta en el momento del clímax pre-orgásmico suplicará “Más, Máaas, Máaaaaas…….”. También es probable que por el origen judeo-checo de la susodicha señora, Mas no hable Catalán en la intimidad.
Analógicamente, (no confundir con sexo anal), en estos atribulados días muchos españoles del nordeste se sintieron como en los prolegómenos de un orgasmo múltiple, y también suplicaban “Más, Máaas, Máaaaaas…….”… Y entonando el patriótico Cara a la Pela, que es el auténtico himno de la burguesía catalana, esperaban que el miembro de Arturo siguiese duro, y no los decepcionase en su ofensiva Más fiscal que independentista. Los sondeos vaticinaban que a los convergentes les faltaría un 3 %… para alcanzar la coima absoluta, digo, mayoría absoluta. Pero la verdad es que se quedaron más lejos todavía.
Magnífico espectáculo resultó el casting para la última gran superproducción de TV3 “Operación Sardana”, patrocinada por Ikea… ¡Fue un éxito indiscutible! El 11S se presentaron cientos de miles de postulantes en la Plaza de Catalunñya, que es el centro neurótico, quería decir neurálgico, de Barcelona. Ciudad admirable en muchos aspectos, pero también un recurrente foco infeccioso de los más peregrinos disparates. Habría que recordarle al hobbit Pujol, de familia de cambistas de la Comarca y a su camarilla de patriotas del Anillo Único que “Lichstenstein is not Catalonia”, en alusión a la morada de una parte de sus fortunas familiares. Y que tener una cuenta en el Oasis bancario Suizo sí que es un Hecho Diferencial.
Es indudable que la manida Razón Histórica de España se cae a pedazos desde que su Imperio fuese derrotado por las potencias que aprovecharon la Revolución Industrial. Aventajados por su posición estratégica de cara a Europa, además de otros factores más complejos, y en esa dinámica regresiva y decadente de España, es cuando surge la potencia chantajista del independentismo regionalista, y el correspondiente impulso tránsfuga que las poderosísimas burguesías vascas y catalanas han escenificado desde la irremisible pérdida de las últimas posesiones imperiales. Asistidos, y en el rol de fuerza de choque populista, por las inefables franquicias marxistas locales, cuyo arquetipo post-moderno de militante resulta en una extravagante mutación entre el Che Guevara, Obélix, los Camisas Pardas y Boy George, con estrellita roja pegada al logo de Decathlón.
A diferencia de Galicia, que siendo la “nación” histórica menos castellanizada y por tanto menos “Española” por ausencia de inmigración interna, y a la que nunca se permitió constituir una genuina burguesía nacionalista, impostada a su vez por nobles y sátrapas “castellanos” (1), Cataluña estaría condenada a la españolidad por una mera cuestión genético-aritmética. Los catalanes de genuina prosapia son minoría absoluta por los diferentes aluviones de trasterrados trabajadores castellanoparlantes, pero en ningún caso por una ocupación opresora ni nada que se le parezca. Y ni hablemos si tenemos en cuenta el avanzado proceso de melting pot tercermundista impuesto por la UE. Y como no hay más Patria que la de la Sangre, siendo las demás meras creaciones político-ideológicas, entes artificiales al servicio de oligarquías económicas oportunistas (2), y sin un espíritu e inconsciente colectivo que las anime más allá de la mera relación contractual y utilitaria (ciudadanía), esa minoría catalana tendrá que construir una nueva patria desde la imposición a las masas alógenas de las señas culturales supervivientes, mediante una Conversión masiva y desde la dominación psicológica resultante. Cosa que vienen intentando con superlativo éxito desde hace algún tiempo.
Dado que España es tierra de gigantescas y sorprendentes conversiones religioso-ideológicas en masa (arrianos a católicos, católicos a musulmanes, musulmanes a católicos, judíos a católicos, franquistas a liberales, socialistas en capitalistas, etc.), no es de sorprender que buena parte de los millones de “españoles”, además de los últimos aluviones de mafias y prostitutas del Este y de mano de obra baratísima desde selvas y desiertos, se planteen seriamente una suerte de operación de cambio de sexo, y vayan adoptando sintéticamente en clave de Barça, y con apenas una o ninguna generación pisando territorio catalán, una nueva y flamante pero improvisada Patria. No solo de espaldas, sino en contra de su verdadera Patria ancestral, para el caso de los “españoles”. Para pasmo y asombro de los futuros historiadores, se trataría de otro fenómeno de sorprendente conversión ibérica.
No es difícil deducir que detrás de la notoria dinámica centrífuga a la que ha estado sometida España, opera el lógico interés de los poderes fácticos internacionalistas en desintegrar definitivamente a la Comunidad de pueblos Hispánicos de Europa y América. Interesados desde siempre en finiquitar el descalabro, a modo de desarticulación preventiva de cualquier atisbo de resurrección y verdadera unidad cultural-comercial entre todos los pueblos de cultura y habla castellana, o lo que se conoce como Mundo Hispánico. Esta fragmentación en pequeñas comunidades irrelevantes en el tablero global, (cuyo antecedente inmediato sería la fragmentación política de la América Hispánica) es una condición clave para el dominio completo de la cultura y economía Occidental, la cual a su vez, viene siendo la funcional herramienta para la definitiva y mesiánica conquista mundial de una contra-elite (3).
También es sospechosa, la dinámica conflictiva que se está desencadenando en Europa toda vez que el Dólar está en peligro de perder su hasta ahora absoluta hegemonía mundial. El Mayo del 68 es un nítido antecedente de estos resortes que los Poderes Fácticos mueven cada vez que su cromo favorito está en peligro. También ocurrió cuando la Libra y el Patrón Oro cayeron en la bancarrota. Los océanos de café (para todos) suministrados por el Interbancario, y consumidos a crédito han dejado la economía del decadente Reino en ruinas, y todo el mundo quiere huir despavorido de las obligaciones que impondrán acreedores y capataces. Y en un gesto de oportunismo descarado, las regiones mejor situadas para revertir la bancarrota, por su elevado ratio de exportaciones y turismo sobre PIB/población, querrían posicionarse más ventajosamente, amenazando con “irse de España” sin pagar a futuro su verdadera cuotaparte de la cuenta del café.
No hay ninguna razón válida para que los pueblos ibéricos se dividan y enfrenten, es más, a los efectos de sumar factores, sería conveniente que Portugal se integrarse políticamente con España, lo cual no supondría ningún menoscabo para ninguna de las identidades combinadas, más bien todo lo contrario si se hace en forma virtuosa. Pero, mientras la gente (que viene de gentiles) duerme un sueño profundo, la dirección de los acontecimientos es la contraria y cada vez es más evidente que los Poderes Fácticos están desencadenando, o la situación se les está yendo de las manos, un cataclismo mundial sin precedentes. Y la Unión Europea, que es uno de sus artefactos, actúa en consecuencia. Se ve claramente el remate de una jugada de amplísimo espectro, cuyos movimientos decisivos fueron efectuados durante las dos guerras mundiales y cuyos futuros pasos estarán orientados a completar el sometimiento de una Europa anémica y traumatizada a un Gobierno Mundial ya completamente desenmascarado.
Que España es una auténtica bomba de relojería ya empieza a percibirlo mucha gente, que hasta hace poco tiempo creía estar viviendo en la casita de la pradera. Y como ahora todo el mundo se quiere ir de España, son hasta comprensibles los impulsos tránsfugas. El gatillazo de Mas fue un tremendo paso en falso, un imponente ridículo que ni con vagones de viagra lograrán levantar, pero la ofensiva chantajista buscará nuevas fórmulas para la consecución de sus objetivos.
Casillas lo tiene complicado, porque el Barça, agotado el embiste por el “centro” intentará una ofensiva de pinzas por las bandas extremas. Desde la izquierda, con los autómatas lúmpenes “antifascistas” (ja, ja, ja) de ezquerra republicana, y desde la derecha, mediante el potentísimo empresariado culé internacionalizado, con Repsol y Gas Natural suministrando combustible al Ejército Rojo para su ofensiva de “liberación nacional de los feixistes espanyoles” (4)…. Que cava ni cava …¡¡la Caixa y cierra Cataluñya!!
Objetivamente, lo que quede de la “Razón Histórica” de España (una especie “razonamiento” de 500 años, con un plus de otros mil, je, je), si es que queda algo, no puede permitir el chantaje permanente, ni tampoco la secesión de regiones que acaparan un tercio del PIB global, y otro tanto de las exportaciones que serán imprescindibles para pagar deudas y/o para construir una economía libre de las garras del liberalismo internacional y sus agentes de la banca. ¿O era al revés?
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(1) Por eso los gallegos, pueblo campesino por antonomasia, y por tanto conservador y “de derechas” vota instintiva y mecánicamente al PP, dado que no existe una derecha genuinamente gallegista. Recordemos que los campesinados han sido grandes escollos en los países donde se implantó a sangre y fuego el marxismo, campesinados que finalmente eran sometidos mediante grandes hambrunas y masacres (Rusia, Ucrania, China).
(2) Típico caso de las repúblicas masónicas.
(3) En contra de la difundida opinión general u opinión pública, que es en realidad la opinión publicada, la “elite” es un pequeño grupo, o la minoría selecta de un grupo mayor que configura un Todo, por tanto quienes no son parte consustancial (vínculo de Sangre) de ese Todo no son elite, son una contra-elite. Ese es el caso de la actual Oligarquía Transnacional, quienes con trucos conceptuales como éste, impone su implacable dominio psicológico sobre la masa lumpen acomplejada.
(4) Consigna orientada al chantaje permanente del resto de España, y a la concreción de la independencia si es necesario, para mejorar las vías de financiación del corruptísimo aparato político-burocrático local, del cual es parte sustancial la izquierda independentista. Así como los negocios ventajosos en toda la península, y más allá, del mencionado gran empresariado catalán, que es en la praxis internacionalista y ultra-liberal, por lo tanto también y ciertamente anti-feixista. Pero resulta que sus competidores y supuestos opresores, los feixistes “madrileños” son doctrinaria y empíricamente también anti-feixistes… ¿Porque todos son tan estupendamente demócratas y dicen luchar tanto contra el fascismo? Recordemos que el fascismo clásico era, doctrinariamente, y en la praxis que es lo que verdaderamente cuenta, nacionalista y rabiosamente antiliberal en todos los aspectos. ¿Por qué, si todos son capitalistas liberales y post-marxistas, se acusan unos a otros de fascistas? ¿Será un tema para Iker Jiménez…? ¿O más bien para el consultorio de la Doctora Ochoa…?
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C. de S. G. (Nueva Temporada)