Los zapatos en la ciudad de Almansa se confeccionaban en pequeños talleres que darían lugar a las primeras fábricas, abandonando poco a poco el cultivo de cereales, que era la base de la agricultura local.Al igual que pasó en Elda, en 1858, la inauguración de la vía férrea Madrid-Alicante que pasaba por Albacete y Almansa, en esta última localidad dio lugar al incremento de los talleres, que en 1887 contabilizaban un censo de 150 artesanos zapateros, unido al importante papel de la arriería en la comercialización de los productos artesanales, que alcanzaba entonces los 96 arrieros.La familia Coloma de Almansa, con el iniciador, Antonio Coloma Gil, que en 1815 era un zapatero artesano, y con su hijo Francisco Coloma, que era propietario de un comercio de curtidos hasta 1890-91 y, en 1894, también aprendería el oficio de zapatero.Con el fallecimiento de Francisco Coloma, en 1899, se constituyó la sociedad Hijos de Francisco Coloma, formada por sus tres hijos y como gerente, Aniceto Coloma, que fue el verdadero impulsor como empresario con ideas muy innovadoras y gran visión de futuro. En este periodo se realizarán avances técnicos, organizativos y sociales de una gran envergadura que determinarían el posterior desarrollo de la empresa.En 1904 eran cuatro los centros de producción de calzado con reconocida solvencia: Hijos de Francisco Coloma, Juan Arráez Gómez, Sánchez Hermanos y Cía. y Joaquín Alcocel y Cía. La producción de calzado almanseña en ese año fue de 87.000 pares, mientras que en 1906 ascendió a 1.360.000 pares. A partir de 1907, la empresa Coloma inició un proceso paulatino de mecanización de la mano de la United Shoe Machinary Company, que duraría varios años hasta su total implantación, debido a lo cual, en 1912, se convirtió en la empresa con mayor producción de España con 1.800 pares diarios.Hasta la I Guerra Mundial, la producción estaba orientada exclusivamente al mercado nacional. Con la venta masiva de zapatos y calzado para el ejército en Francia, la empresa Coloma se convirtió en la primera exportadora de calzado, y su capacidad de producción aumentó un 75% entre 1913 y 1918. En 1926 llegaría a tener 1.150 obreros.En 1928 existían en Almansa catorce fábricas de calzado que aglutinaban entre todas 1.537 obreros. Una de ellas, Andrés Sendra (fundada en 1913-1914), aún continúa en activo y contaba en aquel año (1928) con 80 trabajadores.La Guerra Civil Española supondría un freno al desarrollo de la industria en general, afectando a la industria local del calzado. La más perjudicada, sin duda, fue la empresa Calzados Coloma, S.A. (en 1931 se había transformado en sociedad anónima), donde tras el conflicto fratricida, las cosas no pudieron continuar con normalidad y en 1954 cerró sus puertas.Con el cierre de Calzados Coloma, que contaba en esos momentos con unos 600 trabajadores, se produjo un fuerte movimiento migratorio de trabajadores, especialmente a Elda, donde el trabajo se mantuvo y crecía con importantes empresas, y que a partir de 1960, relanzaría el trabajo como consecuencia de las Ferias del Calzado. También la riqueza auspiciada por la FICIA repercutió en la vecina Almansa, donde resurgieron multitud de pequeñas fábricas, que irían ampliando sus instalaciones en el futuro.