Sacado de un cajón

Publicado el 22 junio 2017 por Luna W. @lathibule

¿Quién no ha escrito una dedicatoria en la agenda de un compañero de clase? Muchos, por no decir todos. ¿Y quién no ha puesto en ella una frase como "no cambies nunca, eres genial" o cosas por el estilo? O quizás lo ha recibido escrito en su misma agenda. Apuesto a que también somos bastantes.
Hace días que, rebuscando entre los cajones de mi habitación, me encontré con las agendas escolares de los pasados años. Por curiosidad las hojeé, para recordar como eran las cosas entonces y comparar como son ahora. Y me sorprendí a mí misma sumida en una reflexión que me ha llevado hasta aquí, hasta querer compartirla con el resto del mundo.
¿No os habéis parado a pensar nunca por qué pedimos a la gente que no cambie? ¿No os habéis dado cuenta de la estupidez que puede llegar a ser? Es decir, el ser humano está hecho para cambiar. Debe evolucionar. Todo a su alrededor cambia constantemente. Los segundos cambian cada 1000 milésimas. Los minutos, cada 60 segundos. Y así, hasta horas, años, décadas, etc. 
Pero el tiempo no es lo único que cambia. De hecho, más que cambiar, el tiempo pasa. Se escurre, se desvanece. Pero esto da para otro post, no para este. Lo que quiero decir es que las plantas cambian, de la primavera al otoño pasan de tener vida a morir. Los animales también cambian, crecen. Y, por supuesto, los humanos no somos menos. 
Los humanos también hemos cambiado al largo de los años. Del australophitecus al homo sapiens sapiens hay una diferencia abismal, una evolución continuada, unos cambios frenéticos. Y observando todo esto, ¿somos tan egoístas como para pedirle a alguien que no cambie nunca, cuando estamos destinados a cambiar? 
Y os preguntaréis, ¿por qué egoístas? Es fácil. Pedimos a alguien que no cambie, que se mantenga siendo quien es porque nos gusta tal y como es, porque quizás en un futuro, si llegara a cambiar, ya no nos gustaría tanto esa persona. Pero, ¿y qué? Si esa persona de verdad nos importa, ¿no la querríamos igual, con o sin cambios?
Quizás todo lo que hayas leído hasta ahora sea una mera opinión de alguien que divaga por los rincones de su mente intentando comprender lo que le rodea. Pero permite que deje un consejo y si quieres tomarlo, lo tomas. Si no, aquí quedará, para otras personas que, como tú, han llegado aquí por un motivo cualquiera. 
Cambia. Si hay algo que quieres hacer, hazlo. Si hay algo que quieres decir, dilo. Infórmate, aprende, observa, camina, confía, comparte. Da lo mejor de ti. 
Actualmente estoy atravesando un período de cambios. A veces hago actos en los cuales no me reconozco. Me sorprendo a mí misma. Pienso, recapacito, reflexiono, marco una meta y me propongo cumplirla. Intento tener las ideas claras. Cambio hábitos, cambio sentimientos. O los descubro. Cambio mi visión acerca de las cosas. Cambio de opinión sobre ciertas personas. Intento convertirme en alguien mejor. Y aunque quizás no lo consigo, lo intento. Me acerco a un cambio.  Y me siento bien con ello. Hacía tiempo que no me sentía así, con las ideas tan claras. Y todo gracias a un cambio. Obviamente, hay días mejores que otros. Pero soy humana y no puedo evitarlo.
Nadie puede parar la evolución. Nadie puede evitarnos cambiar. Y menos unas agendas sacadas de un cajón.