¿Las piezas clave para decorar un salón pequeño? Un sofá y una mesa de centro a su medida. ¿Difícil? Para nada. Te contamos
los secretos para elegirlos con acierto y ganar amplitud y comodidad.
La mesa de centro ideal: cuestión de espacio
• Ni grande ni pequeña. Elígela en proporción al sofá principal. Nunca debe ser más grande que este pero tampoco medir menos que la mitad del sofá, o se verá ridícula.
• ¿De qué forma? Las rectangulares encajan mejor con la forma de un sofá pero si el salón es realmente mini, las redondas facilitan el paso.
• Con capacidad. Una mesa con espacio para guardar ayuda a mantener el orden y
un salón despejado siempre parecerá mayor de lo que es.
• Convertible. Una mesa puf puede ser un asiento extra. Si su superficie se eleva, puede usarse como una cómoda mesita para comer en el sofá.
• Móvil. Con ruedas podrás moverla fácilmente cuando necesites liberar espacio en el salón.
¿Cuál es el mejor sofá para un salón pequeño?
• Mejor un sofá grande que dos pequeños que te robarán más espacio de asiento (por los brazos) y restarán movilidad. Pero todo depende de la forma y la planta de tu salón.
• Menos es más. Los modelos en forma de “L”, ya sean modulares o con
chaise longue, ocupan menos que dos sofás de dos o tres plazas y ofrecen el mismo número de asientos.
• Haz que respire. El tamaño sí importa. Mide la pared donde lo vas a colocar y réstale 90 cm. El sofá deberá tener ese tamaño para que no quede apretado y colocar una mesita al lado.
• “Camuflado” con la pared. Si el salón es pequeño, tapiza el sofá de un color similar al de las paredes. Así disimularás su volumen, el sofá parecerá más ligero y el salón, más espacioso.