Salsa de tomate a la romagnola

Por Raulenlaplaya @Raulenlaplaya

Pocas cosas hay tan sabrosas como una buena salsa de tomate casera cocinada a fuego lento y dedicando el tiempo necesario. Removiendo y mimando en cada chup chup, saboreando para ir rectificando el punto de sal o de acidez y disfrutando de su cocción. He de reconocerlo, me encanta hacer salsa de tomate, ver cómo se transforman y se convierten en un condimento maravilloso, de delicioso sabor y de un intenso color rojo. Hoy os traigo una receta italiana típica de la zona de la Emilia-Romagna, región que tiene raíces romanas en la zona de Emilia, el significado de romagna sería "a la manera italiana" para antaño, diferenciarse de los bárbaros. Romana o no, os aseguro una salsa deliciosa, ideal para acompañar pastas o carne y verduras a la plancha.
INGREDIENTES
1/2 Kilo de tomates frescos maduros.
2 Dientes de ajo.
1/2 Cebolla.
5o ml. de aceite de oliva.
Un buen manojo de perejil.
Una pizca de azúcar.
1 Cucharada de sal.
  1. Ponemos una cacerola al fuego con el aceite de oliva. Cuando esté caliente, añadimos los ajos pelados y troceados. Freímos hasta que comiencen a dorarse y retiramos. Picamos pequeña la cebolla y el perejil picados, bajamos el fuego y la añadimos a la sartén, sofreímos durante unos minutos.
  2. Pelamos, despepitamos y troceamos los tomates. Los añadimos a la sartén, removemos bien, añadimos una pizca de azúcar, una cucharada de sal y dejamos cocinar unas dos horas, removiendo de vez en cuando.
  3. Los tomates tienen que reducir a la mitad y quedar densos, en ese momento rectificamos de sal y pasamos por el colador chino para obtener una salsa más fina. Ya tenemos la salsa lista para tomar.

Una salsa muy sencilla pero con todo el encanto de la cocina a fuego lento, que condensa y amalgama los sabores de todos los ingredientes. Intentad prepararla a fuego lento, para que el agua del tomate evapore poco a poco y no se precipite en su cocción.

Si queréis un toque picante, le podéis añadir un poquito de peperoncino, le da un toque sensacional. También podéis servirla con perejil fresco picado por encima, que potencia el sabor de la salsa y siempre alegra el plato en la mesa.

La salsa es ideal para tomar con pasta, un buen queso parmesano y no necesitaremos más para disfrutar de un autentico plato de pasta italiana, os aseguro que el sabor es maravilloso y no tendrá nada que envidiar a la mejor trattoria del Trastevere.

También podéis utilizar la salsa para acompañar carnes o verduras a la plancha, incluso para guisos o guardar en conserva para el momento de tomar, ahora que viene una buena época de tomates es una buena opción duplicar cantidades y guardar en conserva para tener siempre a mano.

Siempre realizo esta receta, queda riquísima con el toque que le aporta la cebolla y el cocinarse con el aceite en el que freímos el ajo, de deja un toque muy sutil, que casi no se aprecia, pero que mientras saboreas va dejando matices en el paladar, os aseguro que es una delicia. La receta está adaptada del libro La cocina tradicional italiana.