Salsa de tomate italiana

Por Gastronoming @gastronomingorg

Existen tantas salsas de tomate en Italia como ya no cocineros, si no como italianos, cada zona o región, cada pueblo o cada casa tiene sus secretos, pero en líneas generales, todos usan más o menos los mismos ingredientes básicos, esta receta de Salsa de tomate italiana reúne esos ingredientes para hacer una sabrosa salsa que te servirá para tus pastas, pizzas, lasañas, polenta, para acompañar tus carnes, pescados, unos huevos o lo que te venga en gana, es una salsa multiusos que dosificada perfectamente en el congelador podrá salverte en más de una oportunidad, sabrás que estás cocinando una verdadera salsa pomodoro al más puro estilo italiano cuando los perfumes de la misma inunden tu cocina. Los italianos acostumbran usar la variedad de tomates San Marzano para la elaboración de sus salsas, entre los principales motivos por lo cual se usa esta variedad de tomates es que son carnosos, de piel fina, pocas pepitas y sobre todo su carne contiene menos glucosa y acidéz que las otras variedades. En el año 1770 el virreinato del Perú le hace una regalo al Reino de Nápoles, precisamente a la localidad de Campania, otorgándole así las primeras semillas de tomate de Italia, unas semilla de esta variedad que posteriormente se hacen muy populares, proliferando por todo el país tranalpino. Es un tomate más bien entre mediano y pequeño, de forma alargada y con un pequeño pico o punta respingada en la base dl fruto. Diventare un vero italiano... digo, convertirse en un verdadero italiano es fácil, solo tienes que hacer esta salsa y divertirte con la comida, como lo hacen en Italia, se felíz comiendo, pero también cocinando y godere il piacere di mangiare.

RECETA Nº 234- SALSA DE TOMATE ITALIANA

  • 2 kg tomates San Marzano maduros (puedes usar tomates tipo pera o roma)
  • 1 cebolla blanca mediana picada muy fino
  • 4 dientes de ajo picados muy fino
  • ½ tz hojas de albahaca fresca picadas
  • 1½ cs orégano seco
  • 2½ cs azúcar blanco
  • 1 cp sal fina
  • ¼ cs pimienta negra recién molida
  • ¾ tz AOVE

1. En una olla ancha y profunda a fuego medio, calentamos el aceite de oliva virgen extra y sofreímos bien los ajos y la cebolla picada hasta que transparenten bien, unos 10-12 minutos serán suficientes, movemos de vez en cuando y añadimos la sal y el azúcar.

2. Mientras se hace el sofrito, con ayuda de un cuchillo les hacemos una cruz grande pero no profunda en la base de cada tomate y los escaldamos en una cazuela grande con abundante agua, échalos cuando el agua esté hirviendo y no antes. Cuando hayan pasado 50 segundos vamos sacando los tomates y los sumergimos en un recipiente con agua y hielos, esto hará muy fácil la labor de pelarlos.

3. Una vez pelados nuestros tomates, los trituramos, bien sea en un procesador, licuadora o pasa puré y lo se lo añadimos a nuestro refrito y le agregamos las hojas de albahaca fresca, el orégano y la pimienta, cuando empiece a hervir, lo ponemos en fuego medio-bajo sin tapar durante unos 75 minutos o hasta que reduzca casi a la mitad.

4. Retiramos del fuego, dejamos enfriar y está lista para usar o embotar.

NOTAS

Esta salsa puedes refrigerarla, embotarla, congelarla o lo que prefieras, pero más allá del tipo de tomates que uses, desde aquí te recomendamos San Marzano, si no los encuentras, usa los tipo pera, si no Roma, si no... eso sí, que estén sanos y muy maduros por favor. Puedes usar tanto la albahaca como el oréganos fresco, a mi me gusta mucho usar la albahaca fresca, pero el orégano seco, ahora bien, para darle un puntazo súper italiano a la salsa, añade unas semillas de hinojo previamente tostada en la sartén (sin aceite) y pasadas ligeramente por el mortero, Oooh! que profumo, una delizia.