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Es algo normal dar por supuesto que en una casa en la que hay una mascota, sus muebles estarán llenos de pelos y mordiscos, algo por otra parte no muy higiénico. Y tampoco tiene por qué ser siempre cierto. Si deseas evitar estas conductas en tu mascota, sigue leyendo para dar con las claves.
Se constante
Con un perro hay que ser constante en nuestra conducta pues solo así el can aprende qué se espera de él y qué podrá hacer para agradar a sus dueños. Por eso, desde la primera vez que el animal entró en casa es esencial que nunca dejes que se suba a los muebles o muerda las patas de estos. Si le pillas in fraganti, haz un ruido seco con un periódico doblado contra el suelo que le sobresalte mientras dices “no”. Hazlo siempre que lo repita. Captará la idea.
No le des órdenes contradictorias
Si un día que estás de bajón le invitas a que se suba al sofá o a tu cama para acariciarlo o comértelo a besos, habrás echado por la borda todo el trabajo ganado hasta ahora porque el perro entenderá que le estás premiando por haberse subido y lo repetirá siempre que busque mimos.
No cedas a sus chantajes
Desde el principio déjale claro dónde está su lugar, premiándole con un trocito de salchicha cada vez que se siente y se quede quieto en la camita o colchoneta que le hayas comprado, regañándole cuando le veas intención de subir al sofá o a otro mueble. Los perros son chantajistas emocionales así que como la perrita de la imagen (dcha) te mirará con cara de “esta me la pagas” desde su sitio, mientras ves la tele o charlas con tus amistades fingiendo estar realmente dolidos. ¡Resiste!. Vas por buen camino.
El efectivo papel de aluminio
Si aún así persiste en su actitud, cubre el sofá con papel de aluminio de cocina cuando se quede solo en casa. Sabemos que es algo incómodo pero su ruido asusta al perro. Así, cuando se suba, el ruido lo espantará haciendo que opte por tumbarse en el suelo o en su colchoneta.
Colonia al rescate
Otra manera de evitar que el perro se acomode en tu cama, sofá u otro mueble, es cubrir éste con una tela empapada en colonia barata, de las que tiene mucho alcohol ya que el intenso olor espantará al animal.
Evita que tu perro orine dentro de casa
Si generalmente tu mascota ya está enseñada a hacer sus necesidades fuera, la orina que haga entonces no es tal, sino una mezcla de hormonas que utilizan para marcar su territorio. La razón para que se vea “obligado” a hacerlo suele estar en la presencia de otro perro al que quiere dejar claro que esa casa le pertenece. Por eso, evita entrar otros perros en tu casa.
El aceite de clavo evita mordiscos en los muebles
Como lo oyes. Acude a una farmacia y mediante una bayeta aplica aceite de clavo en la zona usada por tu mascota como mordedor. El sabor de esa especia le disuadirá de sus pérfidas intenciones.
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