San Valentín es todos los días.
…Un beso en el espejo, el café caliente por la mañana, encontrarte las zapatillas calientes en el radiador cuando llegas a casa, la cena para dos…
…Madrugar para desayunar juntos aunque uno tenga tiempo para remolonear en la cama, compartir una pizza tirados en el sofá los domingos de resaca, ver algún que otro partido de fútbol, engancharse a los programas de vestidos de novia de Divinity siendo chico…
…Pasear cogidos de la mano, bailar bajo la lluvia, compartir el último sorbo del refresco favorito, dibujar un corazón de tiza en mitad del suelo, reírse a carcajadas entre lágrimas…
…Darlo todo sin pedir nada, llenar de historias un montón de hojas en blanco, saltarse el guión, regalar margaritas recién cortadas, saltar juntos las baldosas de colores, un Te Quiero en un pos-it intercalado en ese libro que lees por las noches, una bolsa de tus gominolas favoritas..
…Cogerse fuerte la mano mientras ves esa película de miedo, pelearse por la manta del sofá, cambiar de canal en cuanto cierra un ojo, cantar a dúo y mal vuestra canción favorita, no dormirte en el coche mientras que el otro conduce, robarle un mordisco del bocadillo…
…Abrir el grifo del agua cuando está en la ducha para oír su grito, dibujarle un corazón en el vaho del espejo, llenarse de arena en la playa, pegarse un baño en el mar aunque no te apetezca sólo por acompañar, pellizcarse mutuamente, sacarse la lengua, hacer piececitos por debajo de la mesa…
…Aparecer por detrás y estropearle una foto, cambiarle la foto del fondo de escritorio por tu foto favorita, dejarle un mensaje en el espejo de la entrada, darle una carta de amor por debajo de la puerta, estropearle el final de la película…
Todo esto es San Valentín. Y más. San Valentín es todo eso en lo que ponemos el corazón.