Lola se abre paso a ritmo de riff guitarrero sin miedo a expresar en clave de cercanía la desnudez de una vez dulce, sensual, y cercana, que nos lleva, cual bailarina de los sueños, al ritmo y la cadencia de un swing fresco y dulce a la vez, donde la sencillez de la propuesta te deja sin más argumentos que el deleite en los sonidos y ritmos propuestos. Fruta ahonda en esa textura o argamasa tropical y valiente de las cosas sencillas y directas. Sones y ritmos que se vertebran en la profundidad de la voz de Sandra, siempre cálida y presente en cada cambio de ritmo de sus canciones. Dulce y provocadora de sensaciones cercanas a la necesidad de ir en busca del horizonte, donde el sol, por lejano, se nos antoja tan imposible como cierto, igual que la verdad que atesoran los temas de Sandra Bernardo. El pescador es una versión de una cumbia popular colombiana, que siempre estará presente en nuestro subconsciente colectivo. Susurros, leyendas y propuestas del más allá, que Sandraatrapa en la versatilidad de su voz a la hora de descifrar nuevos límites a sus cuerdas vocales, a las que solo les acompaña una guitarra tan pizpireta como su voz, pues Sandra Bernardo y su EP, Gardenia, son una demostración de sencillez, naturalidad y valentía.
Ángel Silvelo Gabriel.