La sangre está formada por el plasma y los elementos celulares –eritrocitos, leucocitos y plaquetas – que se hallan suspendidos en el plasma.
El volumen sanguíneo total, es de alrededor del 8% del peso corporal total, lo que equivale a 5,6 litros en un hombre de 70 Kg.
Aproximadamente el 55% del volumen corresponde al plasma y el 45% restante, a las células sanguíneas.
El porcentaje de sangre que corresponde a las células se llama hematocrito. El hematocrito se determina centrifugando sangre en un tubo calibrado. La calibración permite la lectura directa del porcentaje de células.
La viscosidad (resistencia al flujo) de la sangre normal es aproximadamente tres veces la del agua. Un hematocrito aumentado incrementa notablemente la viscosidad de la sangre.
El pH de la sangre es ligeramente alcalino, de 7,35 para la sangre venosa y 7,4 para la sangre arterial.
Plasma
Las proteínas plasmáticas constituyen la mayor parte de los sólidos del plasma. Muchas de ellas son sintetizadas en el hígado. Las proteínas plasmáticas no son sustancias en tránsito, sino que funcionan dentro del torrente circulatorio.
Las proteínas del plasma pueden ser separadas por distintos métodos. Por ejemplo, la electroforesis, consiste en someter a las proteínas a migración en un campo eléctrico. A determinado pH, las diferentes proteínas migran de acuerdo con sus cargas.
Eritrocitos
Los eritrocitos contienen la hemoglobina, un pigmento rojo encargado del transporte de oxígeno, y en menor medida de dióxido de carbono, en la sangre. La hemoglobina es una proteína conjugada formada por cuatro cadenas polipeptídicas de globina, cada una de las cuales está unida a un grupo químico denominada hemo (el grupo prostético o no proteico de la proteína). En el centro del grupo hemo hay un átomo de hierro, donde se enlaza la molécula de oxígeno.
Las anemias son un grupo de enfermedades que obedecen a múltiples causas y se caracterizan por una disminución en el número de glóbulos rojos y/o la concentración de hemoglobina en sangre.