No habrá regalo navideño del Ministerio de Sanidad a Farmaindustria. El equipo que dirige Ana Mato ha desestimado finalmente la tramposa Guía de buenas prácticas de preparación de medicamentos en servicios de farmacia hospitalaria. Ésta, cocinada al gusto de la industria de medicamentos, entregaba las compras de los fármacos que se hacen en los hospitales a los laboratorios. Muchos cientos de millones en juego pero de momento los medicamentos de hospital seguirán haciéndose en los hospitales en vez de comprarlos en el mercado.
Todas las CCAA se mostraron en contra de lo que pretendía hacer el Ministerio. Es cuestión de una frase pero es que NO es lo mismo que una Guía de buenas prácticas recomiende que las compras de medicamentos de hospital se hagan en el mercado que manipular la redacción para que “se deba” (lo que implica obligatoriedad) comprarle a la industria esos fármacos.
Muchos medicamentos de producen en los hospitales para uso interno y ello conlleva un enorme ahorro (sólo en ocho hospitales públicos españoles el ahorro es de 300 millones de euros) y garantías en seguridad.
Los representantes de las comunidades estaban perfectamente informados de las alegaciones al texto que hizo la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) cuyos componentes han elaborado el 90% de la Guía. Algunas comunidades propusieron otras redacciones pero la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) no dio su brazo a torcer. Andalucía reclamó por escrito la razón legal del texto del Ministerio (el Ministerio dice que existe dicha razón pero no la da). Baleares reclamó saber los compromisos que había llegado la Agencia de Medicamentos con Farmaindustria.
La Agencia defendiendo la propuesta que favorece a la industria con el argumento de que todo viene de la Resolución Europea de 2011 sobre calidad de los medicamentos de hospital y las CC.AA. pidiendo un traductor para demostrar que la traducción de esa Resolución ha sido manipulada para favorecer a los laboratorios farmacéuticos.
Baleares llegó a amenazar con no aplicar la Guía si se aprobaba y buscar su propia guía para acreditar a los servicios de farmacia hospitalaria. Castilla La Mancha diciendo que le daba igual, que ellos ya habían empezado a acreditar a sus hospitales y que pasarían igualmente de la guía de Sanidad si se aprobaba.
Al final la Agencia y el Ministerio, que hablaron mucho de la calidad asistencial y la seguridad del paciente, decidieron retirarla, como si no hubiese existido.
Claro que eso tiene otra lectura crítica: prefieren servir a los intereses de Farmaindustria. Con cambiar una palabra bastaba para impulsar una guía que bien desarrollada permite disminuir el riesgo en las preparaciones medicamentosas que se hacen en los hospitales y mejorar realmente la seguridad de los pacientes, además de seguir consiguiendo ingente ahorro. Todo por los pacientes pero sin los pacientes.
Por supuesto, ahora todos con la mosca detrás de la oreja. A ver qué va a hacer ahora el Ministerio de Sanidad. La sensación de quienes estuvieron en la reunión de ayer es que le darán vueltas al asunto pero hay un compromiso político para aprobar la Guía, tanto por la resolución europea citada, como por el Real Decreto del copago sanitario, que insta a tomar medidas para conseguir mayor eficiencia en el uso de los recursos sanitarios y especiales medidas de ahorro.
Creo que es justo destacar la honesta labor que ha hecho una sociedad como la SEFH. Esta es una prueba más de que existen buenos profesionales comprometidos con la verdad y la ciudadanía que no se amilanan ante las presiones y amenazas (los redactores de la SEFH no cobran un duro por escribir la Guía pese a que han intentado chantajearlos a cuento de la propiedad intelectual del texto) del establisment, representado en este caso por el lobby de los laboratorios, Farmaindustria y el Ministerio de Sanidad.
Creo también que hay que exigir responsabilidades pues unos funcionarios ministeriales tan pendientes de beneficiar a industrias privadas y desfondar la caja pública no merecen su puesto. Se ha intentado el pelotazo. De momento no han podido consumarlo pero los submarinistas de la industria continúan en el Ministerio.
Como explican desde la SEFH:
“No queremos que sea la industria la que prepare la próxima guía de lo que tenemos que hacer en los hospitales”.
Así que estaremos atentos.