Ingredientes:
láminas de pasta brick
mantequilla
manzana
azúcar moreno
canela
morcillas de cebolla
unas tiras finas y largas de puerro
Pelamos y troceamos la manzana quitando la parte central de las semillas. En una sartén ponemos unos daditos de mantequilla y añadimos la manzana para pocharla. Cuando esté blandita añadimos azúcar moreno y un pellizco de canela. Dejamos que se unifiquen sabores y retiramos del fuego para que se enfríe.
En otra sartén ponemos el relleno de las morcillas abriéndolas por la piel. No ponemos grasa porque con la que tiene la morcilla será suficiente. Cocinamos unos minutos, no demasiado porque luego irá al horno. Reservamos dejando que se enfríe.
Ponemos a calentar el horno arriba y abajos a 180 ºC. La placa del horno la dejamos fuera para colocar los saquitos.
En un cazo con agua hirviendo blanqueamos un par de minutos el puerro para que se vuelva flexible y nos sirva para atar los paquetitos. Se deja enfriar.
Con todos los ingredientes preparados y fríos procedemos al montaje. Colocamos las hojas de pasta brick extendidas y las pintamos de mantequilla. Colocamos sobre cada una un par de cucharadas de la compota de manzana y otro par del relleno de morcilla. Formamos el saquito y lo atamos bien con las tiras de puerro.
Colocamos los saquitos en la placa de horno sobre papel de horno y los introducimos en el horno hasta que estén bien doraditos.
Un aperitivo diferente para sorprender.