Parte de la escultura-arquitectura actual, ha conseguido diluir la frontera entre ciertas esculturas y ciertas arquitecturas. Es innegable que ambas disciplinas se alimentan mutuamente, y gracias a ello podemos disfrutar de algunos de los espacios y objetos más bellos de la historia de la producción espacial.
Allá por los años 60 André Bloc, produjo tres ejemplos de este tipo de objetos, a las que nombró Sculpture-habitacle nº 1,nº 2 y nº 3.
El nombre da buena muestra de la dificultad de adscribirlos a una u otra disciplina. Lo que no ofrece duda alguna es que son tres bellísimas construcciones, tanto desde la percepción escultórica clásica de "bulto redondo", como desde la óptica más actual de la escultura formada por vacíos visitables-transitables.