La fiscalía quiere conocer las causas del accidente y, aunque descarta la implicación de terceras personas, desde el Ministerio Público señalaron que necesitarán varios días para concluir las pesquisas, de las que se encargan el Pelotón de Gendarmería de Alta Montaña de Bourg-Saint-Maurice y la gendarmería de Méribel.
Los primeros elementos apuntan a que el accidente se produjo a las 11.07 hora local del domingo, en la estación de esquí de Méribel, que forma parte del célebre complejo de Los Tres Valles.
El heptacampeón, que llevaba casco cuando se cayó, se golpeó la cabeza contra una roca a gran velocidad en una zona fuera de pista, acompañado por su hijo, de 14 años. Sin embargo, su mánager Sabine Kehm ha declarado que Schumacher no estaba "fuera de pista". "Ellos [Schumacher y su hijo Mick] estaban esquiando en pista, pero en el momento en el que sucedió, fue fuera de pista".
Los investigadores creen que el alemán, que el próximo día 3 de enero cumplirá 45 años, pudo haberse desequilibrado con una roca, perder el control y estrellarse con una roca enterrada o semienterrada bajo la nieve en una zona en la que las piedras no están señalizadas.
Los servicios de socorro de la Gendarmería que le trasladaron a un primer hospital, en la cercana Moutiers, describieron la caída de Schumacher como una "falta técnica" en una zona no acondicionada en la intersección entre una pista de dificultad roja (Chamois) y otra azul (Biche).
Aunque en un primer momento parecía que el accidente no era grave, la salud del heptacampeón de Fórmula 1 empeoró y tuvo que ser trasladado en helicóptero a un hospital de Grenoble, adonde llegó en coma. Allí, el escáner mostró que sufría un traumatismo craneal que le había causado hematomas intracraneales y un edema cerebral difuso.
Se le sometió de urgencia a una intervención de neurocirugía y se le mantiene desde entonces en coma artificial inducido para "limitar la elevación de la presión intracraneal".