Se acaba lo bueno…

Publicado el 26 agosto 2013 por Ilovepitita @ilovepitita

No es que lo que venga ahora sea malo ni mucho menos. De hecho para mi el trabajo es una bendición porque tengo la gran suerte de hacer algo que me gusta y que me llena. Durante mis vacaciones he compaginado ratos de esparcimiento o desconexión total con otros de conexión, y he disfrutado tanto de unos como de otros.

No me importa para nada la vuelta al trabajo, pero sí la vuelta a la rutina, y la pérdida de esa anarquía propia de las vacaciones en la que cejamos en nuestro empeño por controlar el tiempo y entonces se vuelve nuestro gran aliado.

Comer cuando tienes hambre y no porque sea la hora, pasarte un día entero inmiscuida en la lectura de un libro, quedarte medio dormida bajo la sombrilla mientras la brisa marina te acaricia, contemplar la lluvia de estrellas durante horas (para estos dos el buen clima ayuda bastante), hacer planes sobre la marcha (que al final son los que mejor salen), olvidarte del móvil y la agenda sin ningún tipo de remordimiento…

Pero lo cierto es que como todo en esta vida, si no tuviésemos la rutina, nos costaría apreciar las vacaciones con toda su intensidad.

Hay muchos que no estarán de acuerdo con esta teoría pero lo que es evidente es que el ser humano necesita tiempo para disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, esos pequeños instantes de felicidad que nos llenan de energía y nos hacen ver la vida de otro color. Este verano he disfrutado a tope de la naturaleza (sus colores, olores y sonidos), de la ciudad (su sonidos, sus sabores…) pero sobre todo de mi misma y de las personas que he tenido a mi alrededor.

Ha sido un verano fantástico y puedo afirmar que he recargado toda mi energía y creatividad para la vuelta a la rutina. Dicen que tanto el estrés como la relajación son necesarios para una vida sana y que el estado perfecto es el equilibrio entre ambos.

Espero que vuestro verano haya sido fantástico también.