"Moni súbeme la pierna, Moni dame la botella de agua, Moni por favor acércame la bolsa… aún te oigo y lloro. Los dos últimos meses hemos pasado juntos el tiempo que perdimos en los últimos años. Sí Sergio, se nos escapó el tiempo. ¿En qué momento? No lo sé muy bien, la vida camina, corre y finalmente vuela irremediablemente. Así y todo estoy contenta, estas últimas semanas de periplo entre hospitales con pruebas, tratamientos, transfusiones y algún que otro bocadillo de jamón serrano, gracias al dichoso coronavirus, nos regalaron un tiempo precioso para volver a encontrarnos. Hablábamos de mis arpilleras, de tus negocios y ambos sabíamos que el tiempo apuraba.Ya no estabas bien, ya no eras mi hermano sonriente de fuerte voz que lo disponía todo, ya no eras Sergio el que todo lo controla. Así y todo aún veía a mi hermano de siempre, el que siendo un niño se peleaba conmigo a todas horas, el que no sabía o más bien no quería saber como se hacen pequeñas tareas domésticas, el que imaginaba día y noche cómo hacer negocios, el que acababa las trifulcas con un: Moni que yo te quiero mucho.Papá y mamá te quieren con locura, has sido y seguirás siendo el niño de sus ojos, su nene.Un soleado 19 de mayo emprendiste vuelo, volaste alto, muy alto para esperarnos en algún lugar del inmenso cielo azul. La distancia será grande, el futuro por venir, lo sabes tú y lo sabemos nosotros. Echaré la vista al cielo hoy y siempre, te buscaré y te contaré como vamos por aquí sabiendo que te quedaste para siempre en nuestros corazones.Adiós Sergio, te quiero".Sergio Moro Mesa*10-02-1969 + 19-5-2020
Querría no haber escrito nunca este post, querría que mi hermano Sergio siguiera con los pies en este mundo, querría que nada hubiera sucedido. Se puede vivir el presente e intentar imaginar el futuro pero de ninguna manera podemos cambiar el pasado. Así las cosas, hace 72 horas mi hermano dejó de respirar tras una larga y valiente lucha contra un cáncer que al final le ganó la batalla. Perdió su último combate, Hoy, ha sido el sepelio, el momento de despedirnos para siempre. El corazón me pedía decir adiós, un adiós difícil y complicado pero necesario, un adiós en el que me he descubierto saltando de sentimiento en sentimiento y acariciando las palabras:
"Moni súbeme la pierna, Moni dame la botella de agua, Moni por favor acércame la bolsa… aún te oigo y lloro. Los dos últimos meses hemos pasado juntos el tiempo que perdimos en los últimos años. Sí Sergio, se nos escapó el tiempo. ¿En qué momento? No lo sé muy bien, la vida camina, corre y finalmente vuela irremediablemente. Así y todo estoy contenta, estas últimas semanas de periplo entre hospitales con pruebas, tratamientos, transfusiones y algún que otro bocadillo de jamón serrano, gracias al dichoso coronavirus, nos regalaron un tiempo precioso para volver a encontrarnos. Hablábamos de mis arpilleras, de tus negocios y ambos sabíamos que el tiempo apuraba.Ya no estabas bien, ya no eras mi hermano sonriente de fuerte voz que lo disponía todo, ya no eras Sergio el que todo lo controla. Así y todo aún veía a mi hermano de siempre, el que siendo un niño se peleaba conmigo a todas horas, el que no sabía o más bien no quería saber como se hacen pequeñas tareas domésticas, el que imaginaba día y noche cómo hacer negocios, el que acababa las trifulcas con un: Moni que yo te quiero mucho.Papá y mamá te quieren con locura, has sido y seguirás siendo el niño de sus ojos, su nene.Un soleado 19 de mayo emprendiste vuelo, volaste alto, muy alto para esperarnos en algún lugar del inmenso cielo azul. La distancia será grande, el futuro por venir, lo sabes tú y lo sabemos nosotros. Echaré la vista al cielo hoy y siempre, te buscaré y te contaré como vamos por aquí sabiendo que te quedaste para siempre en nuestros corazones.Adiós Sergio, te quiero".Sergio Moro Mesa*10-02-1969 + 19-5-2020
"Moni súbeme la pierna, Moni dame la botella de agua, Moni por favor acércame la bolsa… aún te oigo y lloro. Los dos últimos meses hemos pasado juntos el tiempo que perdimos en los últimos años. Sí Sergio, se nos escapó el tiempo. ¿En qué momento? No lo sé muy bien, la vida camina, corre y finalmente vuela irremediablemente. Así y todo estoy contenta, estas últimas semanas de periplo entre hospitales con pruebas, tratamientos, transfusiones y algún que otro bocadillo de jamón serrano, gracias al dichoso coronavirus, nos regalaron un tiempo precioso para volver a encontrarnos. Hablábamos de mis arpilleras, de tus negocios y ambos sabíamos que el tiempo apuraba.Ya no estabas bien, ya no eras mi hermano sonriente de fuerte voz que lo disponía todo, ya no eras Sergio el que todo lo controla. Así y todo aún veía a mi hermano de siempre, el que siendo un niño se peleaba conmigo a todas horas, el que no sabía o más bien no quería saber como se hacen pequeñas tareas domésticas, el que imaginaba día y noche cómo hacer negocios, el que acababa las trifulcas con un: Moni que yo te quiero mucho.Papá y mamá te quieren con locura, has sido y seguirás siendo el niño de sus ojos, su nene.Un soleado 19 de mayo emprendiste vuelo, volaste alto, muy alto para esperarnos en algún lugar del inmenso cielo azul. La distancia será grande, el futuro por venir, lo sabes tú y lo sabemos nosotros. Echaré la vista al cielo hoy y siempre, te buscaré y te contaré como vamos por aquí sabiendo que te quedaste para siempre en nuestros corazones.Adiós Sergio, te quiero".Sergio Moro Mesa*10-02-1969 + 19-5-2020