Desde el pasado mes de marzo, el colectivo de farmacéuticos de toda España recibe formación en el manejo de la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) con el fin de contribuir a reducir los casos de ceguera asociada a esta patología, que constituye la principal causa de ceguera en España en personas mayores de 50 años. En España se estima que afecta a 300.000 personas aproximadamente y la OMS prevé que su incidencia se triplique en los próximos años como consecuencia del envejecimiento de la población.
Esta iniciativa de carácter nacional impulsada por Pfizer, llega hoy a Madrid para formar al colectivo de farmacéuticos madrileños en el abordaje de esta patología. La iniciativa, que ya ha recorrido Ibiza y Palma de Mallorca, seguirá su andadura por Algeciras y Cádiz.
"El paciente con frecuencia acude primero al farmacéutico para consultar su sintomatología, convirtiéndose así en una pieza clave en la detección precoz de esta enfermedad y en su derivación a un especialista", afirma el doctor Jesús Pareja, del servicio de oftalmología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Madrid y coordinador de la formación en Madrid.
Mediante esta iniciativa, los farmacéuticos reciben documentación de la patología, además de pruebas de diagnóstico como la rejilla de Amsler, un sencillo test que les permitirá realizar una evaluación de la visión e identificar un problema ocular que tendrá que ser confirmado posteriormente por un especialista.
Tal y como apunta el doctor Pareja, aunque la enfermedad es cada vez más conocida, todavía queda mucho camino por recorrer. "La población no es consciente del amplio espectro de enfermedades oculares que pueden aparecer y que no todo es cuestión de ponerse gafas, cataratas o tener la presión ocular elevada", señala el doctor.
Asimismo, la visita a la oficina de farmacia puede ser una buena oportunidad para el seguimiento de la enfermedad y el cumplimiento terapéutico de los pacientes tratados. "El problema es que el paciente tratado no experimenta una mejoría dosis-dependiente, es decir, no presenta una mejoría tras la dosis y la estabilización de la enfermedad no le es suficiente. De aquí el importante papel que tiene la farmacia para controlar el tratamiento", explica el doctor Pareja.
La DMAE seca, la forma más común de DMAE, presenta un desarrollo lento a lo largo de los años y no permite predecir cuándo el paciente perderá la visión. El doctor Pareja comenta que el tiempo de evolución de la enfermedad puede ser muy variable, de tres a diez años. Sin embargo, destaca que otro de los grandes problemas es que la DMAE seca puede degenerar en DMAE húmeda, un tipo de pérdida de visión más agresiva, más rápida y con peor pronóstico.
--Alimentación rica en antioxidantes, clave para retrasar su evolución
A pesar de que la DMAE seca no tiene cura, hay un tratamiento preventivo que puede frenar su evolución evitando que no se pierda la visión por completo. En palabras del doctor Pareja; "el uso de suplementos a base de antioxidantes en determinados pacientes puede fortalecer las células encargadas de la visión, que son las que fracasan y mueren en esta enfermedad".