Cambiar el metabolismo ¿es posible?
Puesto que el metabolismo rige la velocidad en que digerimos y absorbemos, sería lógico pensar que si conseguimos acelerarlo, conseguiríamos disminuír el peso corporal, y si estuviera ralentizado, ganaríamos peso.
El metabolismo es el conjunto de procesos biológicos que tienen lugar en la célula y por extensión en el organismo.
Los procesos del metabolismo son muy complejos e incluyen reacciones químicas, enzimas, receptores, respiración, obtención y almacenamiento de energía, etc. Todos estos procesos se encuentran controlados por la propia célula.
El metabolismo tiene dos tipos de acciones opuestas:
- Anabolismo
Conjunto de acciones destinadas a la creación de nuevas estructuras a partir de la energía disponible. - Catabolismo
Acciones destinadas a la obtención de energía, normalmente destrucción de estructuras existentes.
Regulación del metabolismo. Cómo se regula el metabolismo
El metabolismo, como el resto de funciones corporales, se encuentran regulados por homeostasis, procesos que permiten que un organismo se adapte a las diferentes situaciones para mantener constantes sus parámetros biológicos.
Por ejemplo, la temperatura corporal debe estar en un rango determinado. La homeostasis es responsable de asegurar que una bajada de temperatura mínima, produzca las acciones destinadas a señalar frío o a la producción de calor, por ejemplo un escalofrío o una convulsión.
Todos los parámetros están regulados por homeostasis para permanecer dentro del rango óptimo.
El metabolismo es extremadamente complejo y se regula de muchas formas. Diferentes hormonas tienen acción sobre la forma en que digerimos y absorbemos los nutrientes, o la forma en que son dispuestos en el torrente sanguíneo para su uso.
Las hormonas provocan que tejidos y órganos realicen determinadas funciones, por ejemplo fabricar enzimas digestivas. Las enzimas digestivas permiten digerir de forma específica los nutrientes -amilasa, peptina, lipasa-, y mantener el nivel constante de éstos -insulina, glucagón-.
La hormona tiroidea de la glándula tiroides regula en gran medida el metabolismo, por lo que un hipotiroidismo conducirá inevitablemente a un aumento de peso y un hipertiroidismo a una pérdida de peso.
Por supuesto las enfermedades que afectan a glándulas que producen hormonas, pueden modificar el adecuado funcionamiento del metabolismo.
Los genes, la herencia genética, también puede condicionar la forma en que se comporta nuestro organismo, y por consiguiente puede condicionar un metabolismo más lento. El gen KSR2 descubierto en niños recientemente explica en parte una mayor obesidad infantil por un aumento del apetito y un metabolismo más lento.
La edad ralentiza el metabolismo. Así nuestro cuerpo es más lento con 40 años que con 20. Por ello es más fácil engordar a medida que se avanza en edad.
Por último, diversas sustancias han reclamado poseer la capacidad de aumentar el metabolismo. La más conocida: la cafeína.
A fecha de hoy no existe ninguna sustancia que acelere el metabolismo de forma significativa y segura
Tampoco es posible cambiar el metabolismo consumiendo combinaciones de alimentos ni hierbas, ni realizando ejercicios ni actividad física determinada. Es posible activarlo por aumentar la actividad física.
Pero a menos que se padezca una enfermedad metabólica -por suerte poco frecuente- no es posible cambiar el metabolismo de forma voluntaria.