Nos pasamos aproximadamente un tercio de nuestra vida durmiendo, lo que significa que una persona de 90 años, se habrá pasado un total de 30 durmiendo.
Si nos paramos a pensarlo de esa manera, dormir puede parecer una completa pérdida de tiempo ¿verdad?... ¡Pero nada más lejos de la realidad! Tener una noche completa de descanso es imprescindible para mantenernos sanos en todos los niveles, por lo que es muy importante que durmamos bien cada noche.
En este artículo mostraremos por qué es necesario tener una buena noche de descanso y cómo podemos asegurarnos de dormir bien cada noche con la ayuda de nuestra alimentación.
¿Cuántas horas diarias es aconsejable dormir?
Un adulto necesita una media de 7-8 horas diarias de sueño para que su cuerpo pueda recuperarse. Durante esas 8 horas, nuestro cuerpo se somete a varios ciclos del sueño, alternando entre las fases conocidas como REM y no-REM. Durante estas fases, nuestro cuerpo sufre una serie de cambios de temperatura, ritmo cardiaco y ritmo respiratorio, mientras nuestros músculos se relajan. Es gracias a estos ciclos, que nuestro cuerpo se "repara" durante la noche, preparado para un nuevo día.
¿Qué sucede cuando no dormimos lo suficiente?
Dormir bien siempre ha sido el gran olvidado, y es que a pesar de que con la entrada del nuevo año, somos muchos los que nos proponemos llevar un ritmo de vida más saludable, solemos centrarnos en comer menos y en realizar ejercicio de forma regular, pero le quitamos importancia a todas esas noches en las que no dormimos bien. Al fin y al cabo, una sola noche sin dormir bien no puede hacer daño, ¿verdad?
Pues sí, varios estudios recientes ya han demostrado que una sola noche sin dormir es suficiente para provocar grandes daños irreparables a nuestro cuerpo. Y es que la falta de sueño puede tener terribles consecuencias para nuestra salud, llegando a provocar daños en el tejido cerebral, envejecimiento prematuro, problemas en los estados de ánimo e, incluso, un sistema inmunitario debilitado.
Además, deberemos tener en cuenta que nuestro cuerpo necesita esas 8 horas de descanso diariamente para funcionar sin problemas, por lo que no servirá dormir más durante el fin de semana para compensar. Por otro lado, no siempre es sencillo dormir esa cantidad de horas, la falta de tiempo y el estrés del día a día hacen que nos vayamos a la cama mucho más tarde de lo que deberíamos, o lo que es peor, nos vamos a dormir a la hora adecuada, pero nos quedamos en la cama dando vueltas sin poder pegar ojo.
Se estima que más de un 40% de la población puede tener problemas para dormir en algún momento, y la gran mayoría desconocen que ese problema puede tener una muy fácil solución... ¡la comida!
Cómo cuidar nuestra alimentación para poder dormir bien
El tipo de alimentos que comemos puede marcar la diferencia en como dormimos. Llevar una dieta pobre en vitamina C y sin beber mucha agua puede causar que nos despertemos a menudo durante la noche. Mientras que el abuso de carbohidratos y bebidas alcohólicas puede hacer que durmamos hasta 9 y 10 horas pero que nos despertemos sintiendo no haber dormido apenas.
Para conseguir dormir la cantidad diaria que nuestro cuerpo necesita, será recomendable llevar una alimentación variada y equilibrada, prestando especial atención a incluir en ella los siguientes alimentos.
El pescado es alto en Omega 3, una substancia muy saludable para nuestro cuerpo por muchos motivos, pero en este caso nos centraremos en el Omega 3 por su potencial para disminuir los síntomas de estrés y ansiedad, lo que puede ayudarnos a relajarnos cada noche. Además el pescado es rico en vitamina B6 la cual promueve la liberación de melatonina, una hormona que condiciona la calidad y profundidad del sueño.
Las bananas también son ricas en vitamina B, por lo que también ayudaran a liberar melatonina. Pero ese no es el único motivo por el que nos será útil incluirlas en nuestra dieta, los plátanos contienen triptófano que ayuda a aumentar los niveles de serotonina una substancia neurotransmisora esencial para el correcto funcionamiento de nuestro sistema nervioso, el cual nos induce al sueño.
Granos integrales
A pesar de ser tan temidos por la alta cantidad de carbohidratos que representan, comer una porción adecuada de carbohidratos liberará más insulina, la cual ayudará al triptófano a llegar al cerebro y así crear serotonina para nutrir nuestras neuronas y ayudarnos a dormir. Además, los granos integrales contienen mucho magnesio el cual favorecerá que mantengamos una noche entera de descanso sin despertarnos cada ciertas horas.
Productos lácteos
La falta de calcio ha sido asociada con los trastornos del sueño, por lo que será importante tomar productos lácteos que aportarán este nutriente. Además, estos también son ricos en triptófano y magnesio, especialmente los quesos.
Frutos secos
Los frutos secos como las nueces, las almendras o los cacahuetes, son muy ricos en las vitaminas del grupo B. Una carencia de estas vitaminas puede ser la responsable de alteraciones en el sistema nervioso central que pueden causar una falta de sueño. Comer un puñado de frutos secos al día puede ayudarnos a evitar esos problemas.
Recuerda que cuidar nuestra alimentación no solo nos ayudará a dormir mejor, sino que puede ayudarnos a cuidar a nuestro cuerpo en todos los ámbitos ayudándonos a sentirnos mejor tanto por dentro como por fuera. Por ese motivo, siempre es una buena opción consultar con algún profesional de la salud, que pueda asesorarnos con una dieta adaptada a nuestros gustos y necesidades.