Investigadores del Hospital General de
México realizaron un estudio que incluyó a 33 pacientes con una indicación de
marcapasos pero no podían pagar uno nuevo o un cambio de batería. Los pacientes
recibieron un dispositivo reutilizado donado por familiares de pacientes
fallecidos y que tenía un mínimo de seis años de duración de la batería.
Después de confirmar que los marcapasos funcionaban correctamente, se lavaron
con jabón enzimático, se esterilizaron durante 38 minutos y se volvieron a
analizar después de la esterilización. De los 33 pacientes, 25 recibieron un
marcapasos reutilizado y 8 pacientes que ya tenían un marcapasos recibieron una
batería reutilizada. No hubo complicaciones durante el período de seguimiento
de seis meses. El estudio fue presentado en el 30° Congreso Mexicano de
Cardiología, realizado en noviembre de 2017 en Guadalajara (México). La FDA
prohíbe la implantación de marcapasos usados dentro de los EUA y cuestiona
severamente su seguridad, considerándola una práctica cuestionable debido a
problemas potenciales de la esterilización, especialmente en las terminales.
Sin embargo, no existen prohibiciones federales para cosechar marcapasos usados
para implantarlos en el extranjero. Un marcapasos nuevo cuesta entre 2.200 y
6.000 dólares un precio que se encuentra fuera del alcance de muchos pacientes.