No solo la vegetación si no también el agua fueron fuente de inspiración para el arquitecto universal. Un ejemplo es el sistema de canalización del Park Güell.
Pero tenemos otro ejemplo que se perdió, víctima de la especulación de mediados del siglo XX. La Casa Vicens, construida entre 1883 y 1885, fue el primer gran proyecto de Gaudí en Barcelona. En aquella finca se construyó una espectacular fuente con cascada que refrescaba el ambiente del jardín a la vez que protegía la intimidad de los propietarios.
Ahora aquel elemento de incalculable valor patrimonial y artístico se ha recuperado y la recostruccion fidedigna se encuentra en el Museu de les Aigües de Cornellà de Llobregat.
Todos los materiales están hechos a mano, se han seguido las mismas técnicas constructivas de la época. “Estéticamente y arquitectónicamente es impactante”, ha valorado el catedrático de Estructuras de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC).
Se han fabricado artesanalmente, uno a uno, 27.000 ladrillos y 3.000 azulejos para reproducir a escala real una estructura de diez metros de altura. En los dos pilares de los extremos se sitúan los depósitos que permiten que el agua fluya emulando el efecto y el sonido de una cascada. Entre ellos, un arco parabólico que esconde un paso interior. Siguiendo criterios de sostenibilidad, la infraestructura tiene un circuito cerrado de agua que evita su despilfarro.
Se ha trabajado fielmente sobre los planos y las fotografías de la original. La cascada es Gaudí en estado puro. De una originalidad tremenda. No hay estética gratuita, todo tiene una función.
Os dejo un video!
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