Se reducen las nuevas infecciones por VIH en el Africa Subsahariana

Por Fat

El nuevo informe proporcionado por ONUSIDA, el Programa de la ONU que lucha contra la enfermedad, es, cosa rara, optimista y esperanzador. Los nuevos datos indican que al menos 22 países del África subsahariana -la zona más afectada por la epidemia- han conseguido reducir los índices de nuevas infecciones por VIH.
Y, según el organismo de Naciones Unidas, son los jóvenes quienes lideran la 'revolución de la prevención', al retrasar la edad en la que inician sus relaciones sexuales, tener menos parejas múltiples y utilizar preservativos.
Las cifras revelan que algunos de los países con mayor incidencia del sida en África, como Costa de Marfil, Etiopía, Nigeria, Sudáfrica, Zambia y Zimbabue, están liderando el descenso de la transmisión del virus. Entre 2001 y 2009, 22 países del África subsahariana han vivido una disminución de más del 25% en nuevas infecciones.
"Estamos viendo un progreso real hacia el Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM) número seis", asegura el director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé. "Por primera vez, el cambio se da en el corazón de la epidemia. En los lugares donde erradicar el sida era un sueño, ahora tenemos esperanza", indicó.
Sin embargo, persisten los desafíos. En el este de Europa y en el centro de Asia sigue expandiéndose la epidemia del sida y en numerosos países con ingresos elevados se ha producido un renacer de las infecciones entre hombres homosexuales.
En la actualidad, hay 5,2 millones de personas que están bajo tratamiento para el sida, lo que supone un incremento de 12 puntos en un período de seis años. Las muertes por sida han descendido desde que se dispone del tratamiento.
"Para mantener los logros que hemos realizado, se necesitan más inversiones en investigación y desarrollo, no sólo para una pequeña minoría con recursos, sino también centradas en satisfacer las necesidades de la mayoría", aseguró Sidibé.
De hecho, una de las principales preocupaciones de ONUSIDA es el recorte de fondos para la lucha contra el sida. "En este punto crítico, el aumento o las reducciones en la financiación dañará la respuesta contra el sida y amenazará la capacidad del mundo para alcanzar el ODM número seis", señala Sidibé. "Invertir para el sida es una responsabilidad compartida entre los socios de desarrollo y los gobiernos nacionales", añadió.