“Eres tal y como Dios te creó” Un Curso de Milagros
La mayor parte del tiempo nos concentramos más en hacer o tener, que en ser. Y eso lo hacemos porque creemos que es lo correcto, que es nuestro deber o es lo que todos esperan de nosotros. Sin embargo, cuando nos enfocamos en lo que hacemos en vez de en lo que somos, no estamos siendo auténticos.
Y tal vez pienses que actuando así eres tú mismo, pero no es así. Cambias según lo que crees que otros quieren que seas. Estás más preocupado por obtener la aprobación de otros que por ser y aprobarte tú mismo. De hecho, estás dispuesto a ser quien necesites ser para ser aceptado o para evitar ser rechazado.
Y ni siquiera cuando estás solo eres tú mismo porque los recuerdos te llevan a momentos en donde otros no te hicieron sentir bien. O dijiste cosas que no sentías o hiciste algo que no querías hacer. Las posibilidades son infinitas.
El mundo pareciera que está lleno de problemas. Eso nos da la oportunidad de crecer y despertar. Estamos aquí para aprender de nuestras experiencias, para hallar las bendiciones detrás de cada desafío y para descubrir nuestra verdadera identidad.
Aun cuando obtenemos la aprobación de los demás cuando otros están contentos y felices con nosotros, la sensación de satisfacción es temporal. La aprobación del exterior sólo ofrece una satisfacción efímera que se disipa en cuanto el estímulo desaparece, y nos quedamos con una sensación de vacío. Tal vez obtengamos 15 minutos de gloria, pero este tipo de sentimiento no es lo que realmente estamos buscando.
Lo que más importa es amarnos y aceptar como somos, ser auténticos. Cuando estamos bien, los demás están bien. Cuando me acepto, los demás me aceptan.
¿Puedes recordar algún momento en el que te permitiste ser tú mismo y simplemente confiaste? Es un momento en el que sigues a tu corazón y tomas decisiones basándote en una sabiduría natural, convencido de que tus decisiones son correctas aunque tal vez no puedes explicar por qué.
Probablemente en ese momento te sentiste tan seguro, confiado y fuerte que no te importó lo que otras personas dijeran o pensaran. Descubriste que eres invencible y que todo es posible.
En ese momento no hay límites y funciona la ley del menor esfuerzo, la inteligencia se manifiesta con facilidad. Cuando eres natural, espontáneo, auténtico, abierto y flexible, estás usando esta ley. No gastas tu energía y puedes usarla para atraer con facilidad aquello que es perfecto para ti. Haces menos y consigues más.
“Debes perder todo para poder SER” Osho
Soltar todo aquello que no somos: programación, creencias, juicios y hasta pertenencias. Ésta es la clave de la felicidad: el desapego. De hecho, casi todo lo que hemos decidido creer no define quiénes somos. No somos nuestros problemas. Somos mucho más que eso.
El trabajo es volver a ser nosotros mismos. Y para lograrlo debemos soltar todo lo que hemos aprendido y los apegos. Sólo así podemos conectarnos con la sabiduría proveniente de nuestro corazón. Es un entrenamiento mental.
¿Qué significa ‘ser’ yo mismo?
Es como dice Mabel Katz: “estar en cero”. Es cuando el intelecto (mente consciente) y las emociones (mente subconsciente) ya no nos dominan. Es cuando nos convertimos en un canal receptivo de ideas y soluciones perfectas. En ese lugar, comenzamos a ver y oír cosas que no habíamos visto u oído.
Allí nos convertimos en observadores de las cosas que suceden sin que intervengamos.
¿Qué se siente al “estar en cero”?
Es un estado en que nos sentimos libres y reconocemos las bendiciones del universo.
Quizás dura un segundo porque nuestra mente errada vuelve y “habla” todo el tiempo. Si suena desalentador, piensa que es mucho más desalentador rendirse y vivir la vida sin descubrir y despertar ese ser interno adormecido. Es como un robot manipulado y controlado por creencias.
Ese momento es como cuand
Cuando eres tú mismo o estás en cero, estás total y completamente presente (mente, cuerpo y espíritu), permites que el sol brille a través de las nubes.
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Hace más o menos 8 años en este proceso de encontrar mi camino, recuerdo que le dije a mi hijo –quien tenía 16 años– que su misión era ser feliz. Eso se lo dijo Deepak Chopra a sus hijos. Me pareció tan sabia esa acción, que la repetí. Cuando eres feliz, eres tú mismo. Y ese perfecto fluir nos lleva al lugar correcto, en el momento perfecto, con la gente indicada. Hoy mi hijo es mi maestro, está claro con lo que quiere y lo que merece. Me sorprende que mientras yo me preocupo por su futuro, el encuentra tiempo, energía, voluntad y hace lo que hace falta para sentirse bien.
Cuando nos deshacemos de los disparates que hemos acumulado a lo largo de la vida, estamos en cero. Cuando somos felices, estamos en cero. Dejamos de poner obstáculos en nuestra vida, dejamos de pensar y reaccionar emocionalmente. Todo sale con facilidad y fluimos con la voluntad de Dios.
Pensamientos limitantes
La Ley de Atracción y el Ho’oponopono dicen que nuestros pensamientos crean nuestra realidad. Todo lo que vemos tiene el significado que le damos. Lo que “vemos” está determinado por nuestros pensamientos y experiencias. La realidad es el resultado de nuestra propia creación.
El 90% de nuestros pensamientos son inconscientes. Sin importar cuán positivo pensemos o cuántas afirmaciones diarias practiquemos, en la información que está fuera de nuestra conciencia están los pensamientos limitantes que se repiten todo el tiempo: “No soy lo suficientemente bueno”, “No lo merezco”, “La vida es difícil”…
Somos los únicos que podemos soltar estas ideas. Por eso las afirmaciones y visualizaciones son maravillosas ya que nos preparan para “despertar”.
Un día desperté y descubrí que mi felicidad no dependía de nadie ni de nada fuera de mí misma. Eso lo había escuchado muchas veces pero no lo había sentido, entonces de repente comencé a sentirme más satisfecha. Me di cuenta que todos nacemos con talentos únicos. Podemos hacer cosas que nadie más puede hacer y que si algo no nos gusta, no tenemos por qué hacerlo.
Tengo derecho a los milagros
¿Has visto el video de cómo se fecunda un óvulo? obsérvalo, tómate tu tiempo (dura 14 minutos) es un milagro que ocurre cada día. Mira como fuimos creados perfectos. Sin juicios u opiniones, con perfecta salud. Las imperfecciones surgen después. Y aparecen cuando ante un “conflicto”, nos involucramos, reaccionamos y culpamos a los demás.
Ser auténticos es un estado natural. Una vez que comenzamos a soltar y no escuchar al EGO, dejamos de preocuparnos por lo que deberíamos estar haciendo –o lo que otros creen correcto– y comenzamos a prestarle atención a lo que nos hace sentir bien.
Despierta, y a cada momento, elige ser TÚ. Ponte en cero y una vez que estés allí, relájate. Los milagros sencillamente sucederán.
Recordemos cuando éramos niños, no teníamos preocupaciones y creíamos todo posible. Aún no habíamos sido contaminados por la vida y sus creencias. La conexión con Dios era directa.
La única misión que tenemos es ser nosotros mismos, los milagros comienzan a manifestarse conscientemente y en forma automática ♡❥◦¸◦✿◦✿◦¸◦❥♡