Anunciado para el 30 de setiembre, se adelanta más de 10 días la aparición de este segundo opus de la banda Flying Colors, esta reunión de músicos que proceden del Prog Rock y del Pop Rock y que hacen una mixtura muy saludable, impregnando de Progresivo al Pop, jerarquizándolo y quitándole banalidad.
Neal Morse, Mike Portnoy, Steve Morse, Dave Larue y Casey McPherson componen esta banda que amaneció en 2012 y que renueva su presencia en este 2014 con un álbum que, a primera oída, pone más protagonismo a los elementos Prog [Prog Rock, Prog Metal, Heavy Prog] y ennoblece más la base Pop que no desaparece.
Line up de Flying Colors
Nos parece que apelan más que en el disco debut de la banda al virtuosismo de los miembros, cada cual en su especialidad. No obstante, el Pop subsiste en ciertas melodías de raíz en las baladas, rastreando en la mejor tradición del Pop y en el uso de recursos vocales bien balanceados. A diferencia de otras propuestas que pudieron rondar lo que se denomina el AOR, Flying Colors no parte del Prog y se inclina hacia una música de alcance más masivo, sino que toma pie en la sencillez bien entendida del buen Pop para enriquecerlo con la complejidad instrumental, el gran desempeño de los músicos y una composición que complejiza el Pop antes que simplificar el Prog.
La tapa de Hugh Syme
Una muestra de ello es que la duración de los temas se amolda más a los parámetros del Prog, no por la cantidad en sí de minutos empleados sino en que la evolución de los temas requiere de un uso más extendido del tiempo para desarrollarse completamente en la idea - concepto principal de cada uno.Dos temas de duración superior a los 10 minutos, 6 temas que oscilan entre los 5 y los 7 minutos y tan solo uno por debajo de 5 minutos de duración, muestran un rasgo más característico del Prog. A diferencia del primer disco, en que las duraciones predominantes eran más afines al Pop [3 - 4 minutos], este disco trata más cada tema como una pequeña suite musical con alteraciones de la simple estructura del Pop. Subsisten, eso sí, pasajes en que la sencillez melódica refresca un poco la densidad instrumental.
Pero resulta muy interesante escuchar cómo los tambores de Portnoy dan una base rítmica muy rica y variada, virtuosa y brillante, cómo los teclados y cuerdas forman una capa sonora a veces compacta, a veces sutil, contemplando las variantes que el Prog suele proponer entre un sonido muy matérico y otro muy etéreo.
Los nenes que juegan este juego son cosa seria. Lo simple lo hacen simple pero sin concesiones al facilismo. Lo difícil lo hacen difícil pero sin apelar al preciosismo caprichoso
Una formación bien afianzada
Quizás no sea un disco que revolucione la historia de la música en general o del Rock en particular, pero es un producto sólido, agradable, de esos que exigen oirlo varias veces para penetrar sus diversas capas y que siempre van a proporcionar un nuevo matiz que estaba allí esperando a ser descubierto por nuestra percepción. Con lo cual están diciendo cuánto debe poner el oyente para que la obra no sea un mero flujo que entra y sale de nuestra sensibilidad, sino que somos nosotros los que vamos reconstruyendo la complejidad en nosotros, recomponiendo a nuestro modo sensible lo que la banda propone. Hay en este disco sonoridades muy interesantes y muy evocativas. Aires Prog, Heavy, Metal, Folk, Pop, tradicionales, pueblan el panorama sonoro de Second Nature
Me gusta más que el primero, y además de eso, y a pesar de eso, también me parece que es mejor. Es decir que subjetiva y objetivamente me convence más este segundo opus de Flying Colors. Le damos la bienvenida al concierto de los discos de 2014.
En oportunidad de comentar el primer disco, decíamos en ABBEY ROAD: No puedo ni afirmar ni negar que este producto sea el que esperaba al enterarme de la sociedad musical que se formaba tras el affaire Portnoy, pero sí puedo decir que no me desagrada nada y que me satisface mucho. Pero por sobre todo, me entusiasma pensar qué puede devenir en el futuro, qué variantes pueden desprenderse de esta formación más que interesante.
Esta última parte es la que recuperamos hoy: este es el futuro que podía devenir y que resulta más satisfactorio que los inicios de la banda. Hoy sabemos algunas de las variantes que se desprendieron de esta formación y podemos alentar esperanzas - conociendo la historia de sus miembros - de que van a tratar de seguir adelante, hasta donde los colores voladores puedan llegar.
ABBEY ROAD DICE:
4.5 / 5 YELLOW SUBMARINES
Lo podés encontrar aquí,
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y aquí
y aún aquí.
Que lo disfruten!
Nos reencontramos pronto