Secreción nasal en los perros. Causas comunes y tratamiento.

Por Jgallego19

La secreción nasal en los perros puede ser un gran problema para ellos, puesto que tienen 220 ​​millones de receptores olfativos, en comparación con los  5 millones de los humanos. Y mientras que la secreción nasal puede ser un signo de algo tan simple como la excitación de tu perro porque estás en casa, también puede ser un síntoma de un problema tan grave como el cáncer.

A continuación, te mostramos las causas de la secreción nasal en los perros.

Causas y tratamientos de la secreción nasal en los perros

Por lo general, no tienes que preocuparte por la secreción nasal transparente de tu perro a menos que persista  o haya otros síntomas. Sin embargo, las secreciones turbias, amarillas, verdes o malolientes siempre son motivo de preocupación. En caso de duda, consulta a tu veterinario.

Estas son algunas de las causas comunes de la secreción nasal:

Alergias.

Si la secreción nasal de tu perro es trasparente, es muy probable que la causa sean las alergias, de lejos la causa más frecuente de las secreciones nasales anormales en los perros.

Al igual que las personas, los perros pueden ser alérgicos al polen, a los alimentos, a los medicamentos, a los ácaros, a los hongos y a los productos químicos. Incluso pueden ser alérgicos a la caspa humana. Los síntomas de alergia de un perro no son sólo una nariz moqueante, sino que también pueden incluir estornudos, tos, picazón, sangrado por la nariz y problemas respiratorios.

Evitar lo que provoca la alergia es la mejor manera de tratar las alergias, pero esto puede ser difícil de conseguir, especialmente si no sabes cuáles son las causas que provocan los síntomas de tu perro. Habla con tu veterinario, quien te podrá sugerir determinadas pruebas de detección de alergias y/o el tratamiento con antihistamínicos.

Un bloqueo.

La secreción nasal por una las fosas nasales de tu perro es, a menudo, una señal de que hay algo atrapado en ese orificio de la nariz, como una semilla o una hoja de hierba. Otros síntomas incluyen estornudos, rascarse la nariz con su zarpa y sangrado de la nariz.

Si puedes ver fácilmente lo que tu perro tiene metido en la nariz, sácalo cuidadosamente con unas pinzas. Si no puedes o no te sientes cómodo (la nariz puede sangrar mucho con traumatismos leves) llama a tu veterinario, que puede que necesite sedar a tu mascota para eliminar el atasco y, a continuación, prescribirle antibióticos para evitar infecciones.

Infecciones.

La secreción de moco o pus podría indicar que tu perro tiene una infección bacteriana, micótica (hongos) o viral. Otros signos de infección pueden ser mal olor, una hemorragia nasal y tos o asfixia como resultado del goteo retronasal.

El tratamiento depende de la causa. Para una infección bacteriana, tu veterinario puede prescribirle varias semanas de      antibióticos. Las infecciones por hongos suelen requerir tratamientos especiales, en los que se utilizan medicamentos antimicóticos. La cirugía puede ser necesaria si tu perro tiene infecciones crónicas.

Pólipos y tumores.

La sangre, el pus o los mocos puede ser una señal de que tu perro tiene pólipos nasales (glándulas productoras de moco demasiado grandes) o tumores nasales. Otros síntomas pueden ser respiración ruidosa o un bulto en un lado de la nariz. También puede disminuir el apetito de tu mascota.

El tratamiento para los pólipos generalmente conlleva una intervención cirugía. Debido a que los pólipos tienden a reaparecer, puede ser necesario un tratamiento adicional. Las opciones de tratamiento para los tumores nasales son variables. Los tumores benignos se pueden extirpar con cirugía. Los malignos o cancerosos suelen ser atacados con radiación, puesto que la extirpación quirúrgica rara vez tiene éxito. Lamentablemente, el pronóstico de los tumores cancerosos nasales es generalmente malo.

Problemas con las fosas nasales.

Algunos perros son más propensos a la secreción nasal que otros, como las razas de cara plana y los perros con cartílago de la nariz blando y flexible. La respiración ruidosa puede ser otro signo de problemas nasales.

La cirugía a veces es necesaria para los perros con fosas nasales pequeñas, así como para aquellos con problemas de cartílago. La intervención quirúrgica a menudo se retrasa hasta que el perro es adulto.

Moquillo.

El moquillo puede causar una secreción amarillo y pegajosa en los perros, y aunque los síntomas pueden variar, el moquillo también puede causar fiebre, neumonía y espasmos y convulsiones.

El tratamiento para el moquillo depende de los síntomas, y puede incluir antibióticos, anticonvulsivos, sedantes y analgésicos. El mejor tratamiento para el moquillo es la prevención – que supone tener a los cachorros vacunados por tres veces entre las edades de 8 a 16 semanas – y la vacunación de hembras reproductoras varias semanas antes de la cubrición.

Fiebre maculosa de las Montañas Rocosas.

Las hemorragias nasales pueden ser un signo de esta enfermedad bacteriana, que se transmite por las garrapatas infectadas. Otros síntomas son fiebre alta, somnolencia, tos, inflamación de los ojos y dolor.

El tratamiento puede consistir en varias semanas de antibióticos. Usa productos anti-garrapatas y reduce la exposición de tu perro a las garrapatas para evitar esta grave afección.

Paladar hendido o fístula.

Si tu perro tiene secreciones nasales después de comer, puede ser un síntoma de paladar hendido (los dos lados del paladar no se fusionan, sino que está separados) o una fístula buco-nasal (un agujero entre la nariz y la boca, a veces causado por caries dental, lesión o infección).

La cirugía es el tratamiento más común para el paladar hendido y las fístulas buco-nasales.

Cómo detener una hemorragia nasal en un perro

Estornudos provocados por alergias, una infección, un objeto extraño, pólipos, mala coagulación… Existen un montón de cosas pueden causar hemorragias nasales en los perros. Aunque debes llegar al final del asunto y averiguar cuáles son las causas del sangrado por la nariz de tu perro, en el momento en que ocurre querrás tratar de detener la hemorragia. Para ello:

  • Calma a tu perro y mantenlo tranquilo.
  • Cubre el orificio nasal que sangra con algo absorbente.
  • Aplica una compresa o paño frío en la parte superior de la nariz de tu perro, entre los ojos y las fosas nasales.
  • No inclines la cabeza del perro hacia atrás para frenar la sangre o poner cualquier cosa dentro de su nariz.
  • Llama a tu veterinario inmediatamente si el sangrado no se detiene en unos minutos.

El cuidado de la nariz de tu perro

Durante mucho tiempo se ha dicho que una nariz húmeda y fresca es señal de que un perro está sano. Esto no es cierto: La nariz de un perro enfermo puede estar caliente, fría, húmeda o seca. Observa la nariz de tu perro cuando está sano, y así te será más fácil detectar los problemas cuando aparezcan.

Para examinar la nariz de tu perro, fíjate en que no haya ninguna señal inusual de secreción, incluida la sangre. Fíjate también si tiene la nariz extremadamente seca,  costrosa o más pálida de lo normal. A continuación, observa la nariz de tu perro mientras respira. Si las fosas nasales suenan más de lo normal, esto podría ser un signo de problemas respiratorios.

Habla siempre con tu veterinario sobre tus preocupaciones relacionadas con tu perro. Debido a que la secreción nasal en los perros puede ser de una variedad de colores y causada por muchas cosas, un examen rápido por parte de un veterinario es a menudo la mejor manera de llegar a la causa de las secreciones nasales de tu perro.