El grupo de Dhananjay Vaidya, de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, ha mostrado que la edad por sí sola, no el impacto hormonal de la menopausia, explicaría el aumento de la mortalidad en mujeres de edad avanzada.
Los resultados del estudio, que se publica en el último número de British Medical Journal, contradicen la teoría que sostiene que el riesgo de mortalidad cardiovascular aumenta después de la menopausia. Para Vaidya, estos hallazgos pueden tener implicaciones en el manejo del corazón en premenopáusicas, ya que se pensaba que el riesgo era insignificante.
"Nuestros datos indican que no se produce un gran giro hacia los infartos agudos de miocardio fatales después de la menopausia. Lo que pensamos que sucede es que las células del corazón y de las arterias envejecen como otros tejidos, lo que puede favorecer que las mujeres, debido a la edad, tengan más infartos".
Para llegar a esta conclusión, Vaidya ha analizado las estadísticas de la mortalidad de personas nacidas en Inglaterra, Gales y Estados Unidos entre 1916 y 1945. Se siguió a los grupos durante su vida adulta y se observó que en el tiempo de la menopausia, en cada grupo no se produjo un aumento en la tasa de mortalidad de las mujeres.
No obstante, también se descubrieron aspectos significativos de los hombres, puesto que por debajo de 45 años la curva de mortalidad aumenta un 30 por ciento al año.
"Estos datos sugieren que hay algún mecanismo desconocido que hace que los hombres jóvenes tengan más dañados sus corazones.Así, en lugar de centrarnos en la menopausia, deberíamos detenernos en otros aspectos biológicos comunes entre mujeres y hombres".
**Publicado en "DIARIO MEDICO"