Empiezo el año con una "R"eutilización de unos polares que tenía desde hace tiempo sin uso dentro de mi armario, uno azul cyan y otro negro. He de confesar que caí en la moda de comprarme un par de polares ante la cantidad de maravillas que escuchaba de todo el mundo sobre estas prendas.
Pero claro, todo tiene una excepción. A mí me agobian y me hacen sudar aunque haga frío... cada uno es como es.
Bueno, como estaban destinados a la bolsa de ropa para donar, me propuse intentar darles una segunda vida y adaptarlos a la talla de mi hijo para que él los aprovechara.
Para tomar las medidas coloqué una chaqueta de mi hijo sobre la prenda y fui agarrando con alfileres y marcando dos centímetros de más por todo el contorno.
La ventaja que tiene es que tienen manga ranglan y así al recortar la prenda no queda demasiado baja la costura del hombro.
Lo primero que se cose es el puño y el bajo de la cintura y luego en una costura contínua se cose desde ambos extremos a un centímetro del borde.
Tiene la ventaja de que el polar no se deshilacha y por tanto no hay que sobrehilar, pero para que quedara más estético he repasado las costuras con la tijera de zigzag.
Y el resultado final es...
Bueno, pues así he conseguido dar una segunda oportunidad y utilizar una de las "R" de la Ecología. Yo no sé mucho de costura pero no es nada difícil de hacer. El experimentar con la costura puede ser muy útil para readaptar y reparar prendas de ropa.