En estas semanas mi fijación por las alfombras de pelo ha ido creciendo, como el frio en las calles, pienso que esa suavidad y esa calidez que aportan a las estancias, es solo un detalle, pueden transmitir desde elegancia y sofisticación hasta o bien cierto aire rústico.
Mis piezas favoritas son los plaids de pelo largo sobre el sofá y los cojines tan suaves como para pasarse el fin de rodeado de ellos.
Años atrás abundaba más en dormitorios, ahora podemos encontrarlo incluso en la cocina con esa madera antigua que combina a la perfección con la calidez del pelo (esto le da cierta comodidad a la silla) hace que no necesitemos nada más para crear una estancia única.
Este año igual que el año pasado se está viendo muchísimo tanto en moda como decoración.
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Os dejo con una de mis fotos favoritas, esta casa me tiene enamorada.
Su dueña tiene un gusto excepcional y eso se nota en cada rincón.
¿Que os parecen las pieles?