Durante el día las celebraciones no paran, desfile de tropas a pie, baile de bomberos, desfile aéreo y para clausurar el día, fuegos artificiales desde las fuentes del Trocadero!
Montmartre
Mi domingo comenzó acercándome al encantador barrio de Montmartre. Visitar Montmartre y conseguir abstraerse de las oleadas de turistas es retroceder al siglo XIX y respirar el impresionismo que salió de esas estrechas calles. Su punto neurálgico, la Place du Tertre, se transforma domingo tras domingo en un hervidero de artistas dispuestos a retratar a cualquier viandante.
Al lado de la Place du Tentre está la iglesia del Sacre Coeur (por si os interesa ha comenzado a retransmitir sus misas en su canal de livestream!) construida por Paul Abadie entre 1875 y 1914, con fondos procedentes de suscripción popular.
Desde la escalinata de Sacre Coeur se tiene una magnífica perspectiva de París. Al fondo se percibe el desfile aéreo que estaban realizando.
Es hora de descender Montmartre...
De camino hacia el Palacio de la Ópera de París, os recomiendo hacer una parada en Le bouillon Chartier, ésta fue otra de las recomendaciones que me hicieron para mi viaje, y la verdad es que merece la pena visitar este restaurante. En primer lugar por sus precios, muy asequibles (para la media de París) y en segundo lugar por la decoración del lugar, que parece detenido en el tiempo.
Ópera de París, la magna obra de Garnier inaugurada en 1875. Me hubiera gustado visitarla por dentro, al menos el museo y la sala de exposiciones temporales.
Muy cerca de la Ópera de París, se encuentra la conocida Iglesia de la Madeleine. Con su imponente aspecto neoclásico exterior, llama la atención su ubicación, en pleno centro de la ciudad y sus dimensiones -la altura de las columnas corintias es de 20 metros-.
La fachada principal de acceso, está coronada por un frontón en altorelieve donde se representa el Juicio Final.
El interior, es de una sola nave con tres cúpulas invisibles desde el exterior.
Y en el altar, se puede contemplar una escultura de la Asunción de la Magdalena, coronada por una cúpula pintada al fresco con la historia del cristianismo.
Jardín de las Tulleries
Museo de l'Orangerie, ubicado en una esquina de la Plaza de la Concordia, este pequeño museo que en estos momentos acoge una muestra sobre Frida Kahlo y Diego Rivera, en julio acogía una exposición sobre Les Macchiaioli, los impresionistas italianos, que en estos momentos se puede disfrutar en la Fundación Mapfre (Madrid). Una exposición con obras de Telemaco Signorini, Giovanni Fattori o Mariano Fortuny entre otros.
En sus salas, multitud de obras impresionistas y postimpresionistas, de autores como Modigliani, Renoir, Rousseau, Cézanne, Matisse, Monet, etc. También se pueden ver sus colecciones dentro del Google Art Project.
Este museo acoge desde 1927 el conocido ciclo de pinturas de nenúfares de Claude Monet, Nympheas. En dos espacios únicos y dispuestas a lo largo de las paredes cóncavas se pueden contemplar ocho pinturas de nenúfares tal y como quería Monet.
Palais de Tokyo, sin duda uno de los espacios con mejor programación de arte contemporáneo de la ciudad. En julio encontré una gran muestra que aglutinaba a su vez varias exposiciones bajo el nombre de "Nouvelles Vagues".
Nouvelles Vagues
Montaje de la instalación "Going Away" que se inauguraba al día siguiente. En el espacio "Orbe New York" del Palais de Tokyo, se invitó a los estudiantes de la "Columbia University's Graduate School of Architecture" a intervenir en ese espacio, como propuesta final del workshop que recibieron del artista Tomás Saraceno. El resultado es una propuesta a medio camino entre el arte visual y la arquitectura que incide en el innato deseo de escapar reflejado a través de cientos de globos de helio, mientras rememoran el pasaje de "Alicia en el país de las maravillas" y la transformación en altura que sufría la protagonista al comer pastel.Montaje de la instalación "Going Away"
Pilvi Takala, Real Snow White, 2008.
Otra de las exposiciones que tenían era "Champs Élysées", cuyas obras exploraban la estética funeraria y todo el ritual decorativo y performativo alrededor del acto funerario.
Vista general de "Champs Élysées"
Goshka Macuga, Madame Blavatsky, 2007
Al lado estaba la exposición "File not found", comisariada por "The Black Ninja Faction", colectivo bajo el que se esconden tres comisarios del Museo de Arte de Singapur, cuya propuesta era la reproducción de un espacio simbólico del Museo de Singapur, una capilla jesuita que llamaba al espectador hacia las cuestiones de las normas en las instituciones museísticas. Se podía entrar de manera individual dentro de la obra, que contenía un pasillo como si fuera una capilla religiosa y diversas urnas con recreaciones de restos óseos.File not found, comisariada por "The Black Ninja Faction"
Pero aún quedaba lo mejor, cuando crees que ya has visto todo en el Palais de Tokyo, te encuentras con Henrique Oliveira, no sabía que estaba presente dentro de "Nouvelles Vagues" y fue una grata sorpresa poder contemplar una de sus obras en vivo, Baïtogogo.
Henrique Oliveira, Baïtogogo.
Henrique Oliveira, Baïtogogo (detalle).
En el Ágora del Palais de Tokyo se encuentra la instalación de Ulla von Brandenburg, "Death of a King" financiada por los amigos de la institución. Una instalación inaugurada con motivo de la reapertura del Palais de Tokyo en 2012 y convertida en punto de encuentro y de descanso entre la visita a las diversas exposiciones. Una plataforma que podría parecer una rampa de skate, permite al visitante explotar, descansar, tumbarse, correr...
Ulla von Brandenburg
Y del Palais de Tokyo al Arco de Triunfo...
Decorado para la ocasión (Fiesta Nacional) con la bandera francesa bajo el arco, este patriótico monumento inspirado en el Arco de Tito de Roma, fue la promesa que hizo Napoleón I a sus soldados en 1806 tras la batalla de Austerlitz "regresaréis a vuestros hogares bajo arcos triunfales". Y aunque su deseo era construirlo en la parte este de la ciudad, en la Bastilla, finalmente se decidió ubicarlo en los Campos Elíseos. Construido entre 1806 y 1836 por los arquitectos Chalgrin y Raymond, acoge desde 1920 los restos mortales de un soldado no identificado y desde 1923 la llama del recuerdo es reavivada diariamente por una de las 900 asociaciones francesas de excombatientes a las 18.30h.
Antes de llegar a la terraza, en la sala del ático se disponen desde 2007 unos dispositivos escenográficos que permiten descubrir las esculturas del arco y su ubicación girando una pequeña recreación del arco.
Desde la terraza se tienen estas vistas sobre París...
Y para acabar el día nada mejor que presenciar el espectáculo de fuegos artificiales cerca de la Torre Eiffel :-)
El próximo domingo continúa la sección #6diasenParis con la visita al Louvre.