Después de dos semanas de incertidumbre ha quedado confirmado que la crisis de la E. coli que ha sufrido Alemania ha tenido el foco en una explotación ecológica. Nada realmente sorprendente. La E. coli es una bacteria fecal, por lo que una intoxicación a gran escala siempre tiene su origen en una contaminación por heces de agua o de alimentos. Los posibles orígenes son:
a) Contaminación de agua potable por aguas residuales: si hubiera sido el caso el foco se hubiera encontrado muy localizado geográficamente (una calle o un edificio). Descartado.
b) Contaminación de carne en un matadero. En ningún momento de la crisis se ha dicho nada de la carne. Alemania es un pais donde el vegetarianismo y el veganismo tienen muchos seguidores, por lo que posiblemente la presencia de vegetarianos entre los afectados permitió descartar esta fuente desde el principio.
c) Producciones ecológicas: Como describo en los productos naturales ¡vaya timo!, el reglamento de producción ecológica recomienda el uso de estiércol y de compost, fuente de E. coli. que cada año crea algún problema, con la diferencia que este año ha sido más fuerte.
E coli, una bacteria la mar de natural
Por motivos de trabajo de vez en cuando tengo la grata experiencia de hablar con agricultores, lo que me ha permitido conocer también a muchos productores ecológicos, suficientes como para distinguir entre dos tipos. Los primeros, mayoritarios, son los que viven de la agricultura. Según el año y los precios que se paguen en el mercado solicitan el certificado de producción ecológica o no. Es genial hablar con ellos por que no tienen reparos en reconocerte que es una cuestión de precios y subvenciones, no de compromiso con el medio ambiente ni de ideología, por que tampoco creen que sea mejor para el medio ambiente que la convencional. El segundo tipo son los que se lo creen, muchos de los cuales son agricultores de fin de semana que tienen un huertecito en el chalet pero su fuente de ingresos principal no es la agricultura. Muchos invierten más tiempo en asociaciones, cooperativas y agrupaciones de agricultura ecológica que trabajando en el campo, no obstante siempre son a los que más se oye. Lo que diré en adelante va referido a este segundo tipo, muy poco receptivo a escuchar críticas y demasiado acostumbrado a que la agricultura ecológica sea la niña mimada de los medios de comunicación.
El simple hecho de mencionar en un post reciente que los medios de comunicación estaban obviando que las producciones ecológicas estaban bajo sospecha desató algún que otro comentario airado. Nada nuevo bajo el sol, cuando el programa de información medioambiental y ecologismo "El Escarabajo Verde" tuvo la suficiente honestidad para publicar que haciendo análisis por su cuenta había descubierto huevos de producción ecológica con un nivel disparado de dioxinas, también desató las iras por parte de algunos sectores y ningún ápice de autocrítica. Es cierto que el reglamento de producción ecológica no habla de seguridad alimentaria, por lo que esta se tiene que someter a las mismas reglas que la producción convencional, con algunas excepciones, como el nivel de micotoxinas y fumonisinas. En teoría la seguridad de la producción ecológica debería ser la misma que en convencional, sin embargo, hay más alertas alimentarias en producción ecologia ¿Por qué? Simplemente por que los controles no son tan efectivos, sobre todo cuando la producción o la distribución depende de pequeñas cooperativas o directamente de particulares. Y también el menor celo de los inspectores, que no tienen la presión de la opinión pública detrás y que suelen centrarse en las explotaciones grandes. Ejemplo práctico. Vete a alguna feria alternativa o mercadillo popular ¿Cuántos de los tenderetes que distribuyen comida tienen las instalaciones en regla? ¿Cuántos de los que la sirven tienen la licencia de manipulador de alimentos?
Fertilizante y hogar propicio para la E. coli
Y por supuesto, aunque la culpa de esta crisis ha sido la agricultura ecológica; a la biotecnología, como siempre, le ha tocado recibir. Solo hace falta meterse en la hemeroteca de cualquier diario y poner la palabra transgénico. Menos del 10% de las noticias tendrán que ver con ciencia o tecnología, el resto serán denuncias falsas, acusaciones o alarmismo por parte de organizaciones ecologistas. Noticias que nunca se confirman, pero que alcanzan una notable difusión mediática que sirve para desprestigiar un sector fundamental para el futuro de la agricultura. ¿Que haría la agricultura ecológica si tuviera que leer todos los días noticias falsas como que el glifosato produce malformaciones? No obstante ya se ha establecido la estrategia de echarle siempre la culpa a la biotecnología, aunque en 16 años no haya habido una solo víctima y ni un solo problema ambiental. El que ha metido la pata esta vez ha sido Miguel Lopez, secretario de la COAG que ha tenido la feliz ocurrencia de decir que la E. coli ha sido creada en un laboratorio de biotecnología. Vale que firmen manifiestos estupidos, que ignoren la cantidad de afiliados en Aragón y Cataluña que están sembrando maíz transgénico, pero esto ya es pasarse. Alguien capaz de decir burradas como esta manifiesta un profundo desconocimiento del tema en el que trabaja. O un profundo desconocimiento en general. Lo menos que podría hacer es dimitir. Entre otras cosas por que igual este señor un día le toca sentarse con un político para negociar algún acuerdo de interés para los agricultores. Lo mínimo es que este acuerdo lo negocie alguien que conozca el campo. Con representantes sindicales así, nada bueno puede pasarle a la agricultura de este país.
PD: sigo recopilando las reseñas que van saliendo de Los productos naturales ¡vaya timo!: