Las semillas de chía son uno de esos superalimentos de los que todo el mundo habla bien. Se obtienen de la planta Chía (Salvia hispanica) y es originaria de México y Guatemala, dónde ya se utilizaba en la época de los Mayas y los Aztecas para usos medicinales. Mezcladas con agua liberan mucílago, una sustancia vegetal viscosa que genera una gelatina que ayuda a depurar el organismo. Se pueden añadir a multitud de recetas y como no tienen sabor podemos añadirlas a cualquier plato y no va a cambiar su gusto para nada.
Propiedades:
- Fuente de fibra
- Es la mayor fuente vegetal en ácidos grasos omega 3
- Fuente de ácidos grasos omega 6
- Alto porcentaje en proteínas (16%)
- Alta en calcio y antioxidantes
- Fuente de fósforo, magnesio y potasio
- Fuente de hierro y selenio
- Fuente de vitaminas del grupo B y de vitamina E
Otros beneficios de las semillas de chía:
- Favorece el desarrollo muscular y la regeneración de tejidos
- Ayuda a controlar el apetito –> efecto saciante
- Ayuda a mejorar la digestión
- Ayuda a controlar el colesterol “malo”
- Ayuda a controlar los niveles de azúcar
Cómo incluirlas:
- En batidos
- En yogures
- En la masa de crepes, tortitas o panes
- Mezclado con agua, como remplazo de huevos en recetas veganas
- En barritas energéticas
Yo las suelo tomar en el desayuno añadiendo una o dos cucharaditas al yogurt o a las mezclas dónde pongo leche de avena. También la he puesto en la mezcla de tortitas pero como ya he dicho las posibilidades son infinitas. Si buscáis en Internet encontrareis muchísimas más ideas!
No vamos a convertirnos en supersanos sólo por tomar semillas de chía pero son un alimento perfecto en una dieta sana. ¿Vosotros las habéis probado? Yo desde que las descubrí las tomo casi a diario!