Las conexiones se realizan desde las áreas inferiores –cerebelo– hacia el sistema límbico y finalmente a la corteza cerebral –es el manto de tejido nervioso que cubre la superficie de los hemisferios cerebrales, alcanzando su máximo desarrollo en los primeros años de vida, es aquí donde ocurre la percepción, la imaginación, el pensamiento -concreto & abstracto- el juicio y la decisión– por eso el recién nacido sigue respuestas involuntarias y reflejas, reacciona a la estimulación con movimientos que garantizan su supervivencia y que siguen una secuencia automática que le permitirá realizar movimientos y adquirir experiencias para comenzar a aprender –aprender a moverse tras un objeto, a mirar, a escuchar e ir dando sentido a ese mundo sensorial–.
Pero en ocasiones este proceso sigue un desarrollo más lento que el esperado, en estas situaciones se habla de retraso madurativo cuando se observan esos patrones de desarrollo retrasados sin una aparente causa que suponga una deficiencia fisiológica clara. En estos casos un programa de estimulación permite un adecuado desarrollo del cerebro, y por tanto un adecuado desarrollo del niño.
Por lo tanto es aquí donde el papel de los padres y docentes se vuelve crucial ya que se debe acompañar este proceso procurando estimular al niño de manera adecuada para que el niño se desarrolle plenamente.
Para conocer a detalle este proceso madurativo…
Incluye: Libro & Constancia de asistencia